Una de las cosas más ciertas en la vida de los seres humanos es que el futuro es incierto. Sin duda alguna, nadie sabe lo que le deparará el mañana, ni cómo empleará sus cartas en este juego de la vida.
Esto, para algunas personas, es de preocupación; mientras que para otras, por diversas razones, es algo que no requiere de su atención.
Sin embargo, lo cierto es que el futuro está ahí. Esperando que lleguemos, con una serie de sorpresas. Algunas que serán altamente gratificantes, mientras que otras no tanto.
Ante esta realidad, como he planteado en otras entradas de blog entre ellas: ¿Acumular dinero o prevenir para el futuro? (Parte 1) o Prevenir para el futuro (Parte 2) , la clave que logra solventar cualquier sorpresa que se presente es la planificación.
A través de la planificación logramos identificar esos puntos sensibles dentro de nuestra estructura financiera, que pueden verse afectados por las diferentes realidades o sorpresas de la vida; y sobre los cuales podemos crear estrategias que minimicen, sino eliminen, el impacto negativo de las sorpresitas no gratas que se pueden presentar.
Como mencioné en la introducción de esta entrada, el futuro es incierto, y eso es una certeza. Más allá de cualquier pronóstico que se pueda hacer, lo seguro del futuro es que está vedado solo a testigos(as) presenciales.
No obstante, aunque es cierto que es incierto, y eso es un factor externo no controlable; sí es posible planificar. Sí es posible hacer previsiones de aquello que es importante para ti dentro de tu estructura financiera.
Y para eso, primero tienes que definir qué es y qué no es importante para ti.
De hecho una de las preguntas que usualmente formulo en mis presentaciones y asesorías sobre gestión financiera es: ¿Por qué el dinero es importante para ti? En otras palabras ¿Qué hace que tengas que levantarte todos los días a tu empleo y dedicar entre 8 y 10 horas del día a una empresa determinada?
Y, aunque esto parezca como un cuestionamiento filosófico y de superación personal, realmente no lo es. Todo lo contrario.
La idea es que, de manera consciente y medible definas esas áreas relevantes para tu vida dentro del contexto del manejo del dinero.
En español, si no sabes por qué es importante el dinero para ti, entonces estas, literalmente, arando en el mar.
Tomando esto en consideración, definir para qué el dinero es importante en tu vida, es lo que te va a permitir establecer parámetros claros y precisos sobre los cuales actuar.
Por ejemplo, si tienes hijos(as), el tema de educación es importante para ti. Esto se traduce en que ese hijo o esa hija que tienes, debe cursar el nivel básico, luego el secundario, y la universidad, y si no la universidad, algún tipo de estudio especializado.
En ese tenor, como eso es algo importante para ti, entonces debes incluirlo dentro de tu estructura de dinero futura.
De igual forma puedes verlo en términos médicos. Si ya tienes una condición particular (diabetes, hipertensión, etc) entonces el dinero es importante para ti en el renglón de medicamentos o atención médica; por lo tanto, tu planificación debe girar en torno a cómo acceder a seguros médicos, planes médicos especializados, etc.
De eso se trata todo esto de la planificación financiera en el futuro. De identificar qué puede verse afectado en el futuro que requiera de dinero y elaborar una estrategia para ello.
Tomando lo anterior como base, quiero ofrecerte algunas pautas para que puedas planificar dentro del contexto de un futuro incierto. De manera que puedas elaborar tu propia estrategia.
No obstante, algo que debes tener muy en cuenta es que trabajar para ello futuro es algo que toma tiempo, requiere de disciplina y sus resultados son paulatinos. En otras palabras, es un proceso en donde vas a construir un gran edificio que se llamará "Futuro" y que primero requiere de una zapata, luego de varillas, cemento, hierros, etc.
Por lo tanto, estas pautas te servirán para que forjes esa zapata, y sobre esa base, edifiques el edificio "futuro" de tu vida.
Pauta No. 1: Define tu escenario futuro
Lo primero que debes llevar a cabo en este proceso de planificación es definir tu escenario futuro. Para esto debes tomar en cuenta cuál es tu realidad actual, y partiendo de ella, entonces elaboras eso que entiendes que puede suceder.
Por ejemplo, si eres casado(a) y aun no tienen hijos(as), pero ustedes como pareja entienden que sí los van a tener, entonces, parte del futuro que vas a definir es partiendo del supuesto de la presencia de hijos(as).
Por lo tanto, si piensan tener hijos, entonces es lógico asumir que van a ir al colegio, o el tema de los pañales, ropa, etc, y esto representa un gasto "x". El cual vas a listar en una hoja electrónica o física de cuaderno.
Este y otros potenciales son los que formarán en gran escenario que estas elaborando.
Pauta No. 2: Lleva a números tu escenario futuro
Luego de determinar los posibles escenarios futuros, es tiempo de ponerle números a la casa y traer a la realidad cada uno de estas potencialidades para saber sobre qué pie estás y que tengas los elementos necesarios para elaborar tu estrategia.
Esto de ponerle números a tus escenarios puede ser algo abrumador al principio, porque por lo general los seres humanos no vemos lo sencillo que puede ser hacer algo, y cuando se usan palabras sofisticadas como "proyección" "flujos proyectados" "planificación" entonces creemos que el asunto es aún más complejo.
Pero esto no tiene porqué ser así. Todo lo contrario, ponerle número a tus escenarios es más fácil de lo piensas.
Pasos para ponerle número a tus escenarios futuros
Voy a listarte los pasos para que le pongas un número a esos escenarios. Tomando en cuenta que no son estrictos. Sino que son flexibles y moldeables a lo que se presente.
No obstante, lo importante es que hagas el ejercicio y, aunque a la primera no lo logres, seguro, más adelante te darás cuenta de en dónde tienes que ajustar para que tus números sean más certeros.
Paso 1: Identificar las partidas
Esto se logra a través del presupuesto. Si aún no has hecho el primero, entonces ahora es un buen momento para iniciar.
Hacer un presupuesto tampoco es física cuántica ni matemática espacial. Es solamente listar todos tus ingresos, todos tus gastos y tus ahorros. Estos últimos salen de la diferencia de lo que ingresas y egresas.
Paso 2: Proyecta tus partidas
Tomando esto en consideración, y partiendo de tu realidad financiera, entonces inicias un proceso de proyectar en función de lo que entiendes que va a suceder. Puedes guiarte de algunos informes económicos o bien de las opiniones de expertos respecto de cómo se van a comportar las tasas de interés, inflación, moneda, etc.
Y cuando mencionen el porcentaje determinado, entonces usas ese número como referencia para incrementar el monto que decidiste como base, y eso va a ver algo como esto:
Utilicé montos manejables para que sea más digerible. Y la intención es que partiendo de estos números puedas elaborar tu propia estrategia, que al mismo tiempo define cuánto tienes que acumular o tener por año.
Es decir, cuando el monto en educación actual es $100, debes asegurarte de que ese monto, se mantenga en $105 en el año 1, y en año 2 en $110.25, y así sucesivamente.
Con este breve ejercicio vas a tener no solo una proyección sino que si lo haces en una hoja de cálculo electrónica entonces puedes cambiar la tasa y ver la manera en que varía de un año a otro.
Pauta No. 3: Elabora tu estrategia
La tercera pauta que debes tomar en cuenta, quizás una de las más importantes, es la elaboración de tus estrategia.
Y se resume en tres aspectos básicos:
Si logras ahorrar de manera consuetudinaria, invertir en instrumentos a largo plazo y contraer pólizas de seguros adecuadas a tu persona, y ojo con esto último, no es que vas a hacer un catálogo de pólizas de seguro, sino que vas, en función de tus necesidades a elegir aquellas que se ajusten a tu realidad presente y futura. Entonces, estarás fundamentando tu estrategia sobre cimientos fuertes y estables a través del tiempo.
Probablemente, una de las verdades más ciertas en el ser humano es el futuro incierto. Algo sobre lo cual, nadie tiene control o dominio.
Sin embargo, aun en la incertidumbre, es posible abordarlo de manera eficiente y asertiva, de forma que se pueda solventar y que las sorpresas comunes poco agradables sean sorteadas para que tengan un impacto negativo mínimo.
En ese sentido, hay tres pautas que debes tener en cuenta:
- Define tu escenario futuro
- Lleva a números tu escenario futuro
- Elabora una estrategia.
Al tomar en cuenta estas tres pautas entonces tendrás los cimientos adecuados para traer tranquilidad y cierto sosiego, para entonces construir el edificio que hemos llamado " futuro ".
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Y si te interesa profundizar en el tema del futuro incierto, te sugiero que adquieras el libro Inversiones. La respuesta: Aprenda a administrar su dinero y a proteger su futuro financiero escrito por Daniel C. Goldie y Gordon S. Murray, haciendo clic en la imagen más abajo.