Para mi cumpleaños, un buen amigo de mis padres, sabiendo que me gusta mucho la lectura, tuvo el detalle de regalarme un libro antiquísimo y con mucho valor sentimental, puesto que era un regalo que en sus tiempos le había hecho su padre. Se llamaba "El criterio", un libro para aprender a pensar bien. Tengo que decir que solo he leído parte de algunos capítulos (es un ensayo), lo que me ha servido para inspirar este artículo.
Me gusta observar a las personas de cualquier edad y veo que muchas van, de un lado a otro sin pararse a pensar el por qué hacen las cosas y para que les sirve.
Muchas personas se limitan a “dejarse llevar” por la corriente. Cuando alguien les dice que algo es bueno, están de acuerdo. Cuando alguien les dice que algo es malo, están de acuerdo. Simplemente optan por la opción cómoda. Corren de un lado para otro como "pollos sin cabeza" dejándose llevar por las modas o comentarios y guiándose por los instintos actuando sin conocimiento de causa. Veo falta de criterio y como siempre de sentido común. A quién no le han dicho alguna vez sus padres a la respuesta: Es que todos lo hacen "¿Y si tus amigos se tiran por un puente, tú también te tiras?"
Muchos políticos van cambiado de opinión y lo mismo les da defender una cosa que la contraria. Seguir leyendo...