Cuando terminada el curso a los padres nos surge el dilema de cómo premiar por las notas. Pues bien, como madre orgullosa, os diré que mis hijas han sacado unas notas estupendas (han salido a la madre que era una gordopila de cuidado
Bueno, este año (y todos), lo primero que hemos hecho ha sido llamar a toda la familia para que ellas les contasen las notas que habían sacado. Os podéis imaginar las conversaciones con los abuelos, tíos, padrinos… Vamos que ya solo con esto estaban más que orgullosas.
Después les preguntamos que qué querían hacer y las dos nos dijeron que llamar al basurero. ¿Qué llamar a quién? Sí al basurero. Os voy a contar la historia para que entendáis su petición. Hace un mes y medio no querían recoger la habitación de los juguetes así que llegué con tres bolsas de basura y metí todo lo que había en el suelo en ellas y las “tiré” a la basura. Se quedaron sin muchos de sus juguetes favoritos y nos los han estado pidiendo durante este tiempo, pero, claro, estaban en la “basura”.
Bueno, el caso es que llamamos al basurero para explicarle que habían sacado una notas estupendas y que si no le importaba buscar sus bolsas de juguetes y traérnoslas. Como podéis comprender al basurero no le importó y nos las trajo al día siguiente. Ahora las dos están encantadas con su juguetes.
Las dos han sido premiadas con el reconocimiento de la familia y sus juguetes perdidos. ¿Qué os parece la idea?