Cómo preparar tus propios almácigos

Por Marcelamdp2 @todoplantas


¿Te gusta la jardinería? ¿Quieres plantar tus propias plantas aromáticas u hortalizas en tu jardín? Para ello es preferible que plantes almácigos para poder cuidar tus plantas cuando brotan antes de llevarlas a su sitio definitivo. En esta ocasión te enseñaremos cómo plantar tus propios almácigos de manera muy sencilla.

Cómo hacer almácigos


Como seguramente sabes, un almácigo es una pequeña maceta o recipiente donde se siembran las semillas para que luego crezca un pequeño brote el cual podrás finalmente transplantar a su lugar definitivo y obtener una hermosa planta.
Para comenzar deberas conseguir pequeños potes plásticos (los de yogur son perfectos). A continuación deberás realizar unos pequeños en el fondo para permitir de esta manera que el agua drene.
Enseguida, coloca un poco de tierra, casi hasta el borde del envase y finalmente por las semillas. A continuación, cubre las semillas con un pequeño manto de tierra y riega tus almácigos. Evita ponerles demasiada cantidad de agua pues de esta manera solo conseguirás que las semillas se pudran y no germinen.
Una vez que ya tengas listos los almácigos recuerda regarlos a diario para evitar que se resequen. Si vives en lugares de clima muy frío, trata de cubrirlos con una bolsa plástica para evitar que las heladas los afecten.
Seguramente te preguntarás cuál es el momento ideal para transplantarlos a su lugar definitivo, pues bien, el momento perfecto es cuando notas que los primeros brotes ya tienen 4 o 6 pequeñas hojitas.

Consejos prácticos para realizar almácigos


No olvides abonar tus almácigos con composta u otro tipo de abono para que tus plantines esten bien nutridos y crezcan rápidamente.
Antes de comenzar a sembrarlos, averigua qué tipo de plantas son las adecuadas para que siembres en tu huerto ya que no todas las platas sirven para todos los climas.
Si tienes dudas sobre el riego, ten presente que solo será necesario humedecer la tierra, evita que quede con gran cantidad de agua en la superficie o que se reseque en demasía.
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Como verás, realizar tus propios almácigos no es tan complicado, solo deberás seguir estas simples instrucciones y pronto tendrás tus propias plantas para sembrar en tu huerto, jardín o patio.