Hoy vamos a preparar una deliciosa scarpaccia o tarta de calabacín que a simple vista parece una pizza pero es mucho más ligera.
Se trata de una receta de origen italiano, concretamente de la zona de la Toscana.
Tan solo lleva cuatro ingredientes: calabacín, cebolla, harina y aceite de oliva y pese a ello es una de las recetas que si te animas a prepararla repetirás una y otra vez, no solo por lo rica que esta, también por lo sencilla y poco tiempo que te llevara el hacerla así como por lo económica que es ya que sus ingredientes son súper baratos y fáciles de encontrar, vamos que yo creo que ya los tienes en casa.
Ingredientes
- 700 gramos de calabacín
- 1 cebolla
- 120 gramos de harina
- 30 gramos de harina de maíz
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
- Romero
Preparación
Corta el calabacín a rodajas finas, si te ayudas de una mandolina mucho mejor, y guárdalo en un bol.
Pela y corta la cebolla en plumas y añádela al bol del calabacín.
Salpimienta y pon un peso sobre las hortalizas.
Déjalas reposar 2 horas para que las verduras suelten el agua.
Escurre el agua de las verduras en otro bol.
Agrega las harinas y remueve hasta que se integren todos los ingredientes.
Agrega un buen chorro de aceite de oliva a la masa y remueve hasta conseguir una mezcla homogénea.
Vierte la masa sobre las verduras y remueve bien hasta que veas todos los ingredientes bien integrados.
Engrasa con aceite un molde circular, reparte bien la masa y riega con un poco más de aceite.
Espolvorea la masa con romero y hornea a 190º durante aproximadamente 30 minutos, el tiempo dependerá de tu horno.
Nota
Yo la he hecho en un molde circular pero puedes usarlo de la forma que a ti más te guste, así como también en una bandeja de horno.
Si te hace falta alguno no tienes más que entrar AQUÍ.