Cómo prevenir y combatir el sudor y olor corporal

Por Monicaori @BELLEZAORI
Hola chicas! El verano ya está cerca, aunque últimamente ya estamos notando las altas temperaturas propias de la época, y cómo no, sus efectos sobre nuestro cuerpo. Por eso hoy he pensado en dejaros unos consejos para que el sudor no os amargue las vacaciones que ya se acercan. Espero que esta información os resulte útil! Sudar es necesario para regular la temperatura de nuestro organismo, así como para eliminar toxinas. El sudor generalmente no huele mal, el mal olor llega cuando, por diversos motivos, no desaparecen la totalidad de las bacterias implicadas en la transpiración. Existen zonas del cuerpo en las que se suda más. Generalmente coinciden con las que están menos expuestas a la luz, lo que beneficia que las bacterias se reproduzcan más rápido. Si estas áreas tienen vello, como las axilas, el problema puede acentuarse.
También hay otros factores que inciden en un aumento del sudor. -Cambios emocionales: Las glándulas sudoríparas reaccionan a estímulos de tipo emocional como el estrés, el miedo, el dolor y la ansiedad. En este caso, se recomienda a las personas que tiendan a transpirar en exceso cuando sus nervios se alteran que realicen ejercicios de respiración lentos y profundos para recuperar el estado de calma. -Cambios metabólicos: El aumento del sudor y del mal olor corporal es, en ocasiones, un síntoma de un problema metabólico e incluso de alguna enfermedad subyacente. Es muy habitual que las mujeres noten un exceso de transpiración tanto en la pubertad como en la menopausia, dos épocas marcadas por los cambios hormonales. La introducción de un nuevo medicamento también puede alterar la sudoración habitual. -La hiperhidrosis: Cuando el sistema nervioso central falla y no regula la secreción de las glándulas, suele aparecer la hiperdrosis, un trastorno que afecta entre el 1 y el 2% de la población y que genera una sudoración excesiva en diferentes partes del cuerpo, principalmente, las axilas, las manos, los pies y la cara. En este caso, se recomienda acudir al médico, pues es necesario combatirla con fármacos u otro tipo de tratamientos, dependiendo de su intensidad. Uno de ellos es la iontoforesis, que consiste en introducir la zona afectada en una cubeta llena de agua en la que se ha colocado un dispositivo que emite pequeñas corrientes eléctricas. Estos estímulos disminuyen la secreción de las glándulas. Otra práctica pasa por inyectar bótox, de manera que se bloquean los estimulos que producen la sudoración (sus efectos duran entre 4 y 6 meses). Si ninguna de las opciones anteriores funciona, también existe la posibilidad de pasar por el quirófano para realizar una simpatectomía torácica endoscópica, una intervención que, a través de una incisión en las axilas, secciona unos ganglios nerviosos que controlan el sudor de las zonas que dan problemas.
-QUÉ HACER PARA EVITAR EL MAL OLOR: Una higiene adecuada diaria con agua y jabón es esencial, pero existen diversos productos que pueden ayudar. -Desodorantes: Las axilas son una zona muy sensible con un pH por encima del resto de la piel. A la hora de elegir un desodorante hay que tener en cuenta que combine una acción antibacteriana que mantenga el equilibrio de la flora sin eliminarla totalmente con una disminución de la transpiración excesiva, pero sin bloquearla. -En crema: Indicados para pieles frágiles, tanto en hombre como en mujer. No sólo se aplica en las axilas, sino también en las zonas que tienden a transpirar. Se recomienda usar después de la ducha, extendiendo el producto con un suave masaje. -Sin alcohol: Evitan la irritación. Pueden aplicarse inmediatamente después de la depilación sin miedo a sentir la sensación de quemazón. su fórmula se encuentra tanto en crema y en barra, como en roll-on y en spray. -Con sales de aluminio: es uno de los principales elementos antitranspirantes que suele estar presente en los desodorantes. Su función es frenar el flujo de sudor estrechando las glándulas sudoríparas sin suprimir la transpiración. No se recomienda para personas con piel sensible, puesto que les podría causar irritaciones. aunque, durante un tiempo, la rumorología popular vinculó el uso continuo de estas sales con el riesgo de padecer cáncer de mama, los estudios científicos realizados no han podido confirmar esta relación. -Piedra de alumbre: Este mineral de origen natural viene usándose desde la antigüedad. Actualmente, se ha incorporado a la fórmula de numerosos desodorantes pero también se sigue utilizando en su estado natural por sus ventajas, puesto que no contiene alcohol, no tiene perfume, no irrita la piel, no mancha la ropa y tiene un efecto muy duradero. -Parches: Las primeras en estrenar este novedoso producto fueron las modelos de pasarela con el objetivo de que los vestidos que lucían no tuvieran ni una mancha. En los últimos años, su uso se ha extendido. Elaborados con materiales naturales, tienen una gran capacidad de absorción del sudor.
-ALIMENTOS QUE NOS AYUDAN: Una dieta que no aporte demasiadas toxinas al organismo resulta una gran aliada para aquellas personas que tienen tendencia a sufrir un exceso de sudoración. Lo más recomendable es consumir alimentos frescos y ligeros. -Ensaladas: Prepáralas con lechuga, tomate, pepino y zanahoria, puesto que son de gran eficacia para limpiar el organismo. Incluye también germinados, dotados de una eficaz acción desodorante. -Frutas: Las más recomendables son la manzana, la piña y la papaya. Si no te gusta tomarlas enteras, hazlo en forma de zumo o batido. -Sopas frías: El gazpacho (siempre que no contenga ajo y pimentón) es un plato refrescante perfecto, al igual que la crema de puerros o la sopa de melón. -Agua: Se debe beber un mínimo de 2 litros al día, ya que el cuerpo la necesita tanto para rehidratarse como para eliminar toxinas. -Evitar grasa y picantes: La fuerte esencia de especias como el comino y el curry se emite a través de las glándulas sudoríparas, lo mismo que sucede con el ajo y la cebolla. Tampoco es recomendable que abuses de alimentos muy grasos, como la carne roja o los quesos curados.
-HÁBITOS QUE NOS BENEFICIAN: Además de utilizar los productos que mejor se adapten a cada necesidad, también es recomendable tomar otro tipo de medidas. -Elegir tejidos naturales: El lino, el algodón y la seda son telas transpirables, ya que permiten una mayor circulación de aire que las sintéticas. En verano, vestir prendas elaboradas con estos tejidos contribuye a mantener a raya el mal olor corporal.