El cuidado de la piel en los meses mas fríos es indispensabile y requiere una mayor atención para mantenerla suave y joven. Pero, ¿qué debemos hacer para tener una piel cuidada e hidratada durante el invierno? Os damos algunos consejos y remedios naturales para conseguirlo:
El frío seco y el viento son los peores enemigos de nuestra piel, sobretodo de la piel de nuestro rostro y manos que es la que más tiempo está expuesta al aire libre. La piel de estas zonas es particularmente delicada y va siempre cuidada y protegida ya que es más propensa a rojeces, sequedad, epidermis y herpes a causa del frío.
Para que vuestra piel esté sana e hidratada este invierno no os perdáis nuestros consejos y remedios naturales:
Hidratación desde el interno
La piel seca es uno de los primeros signos de la deshidratación del organismo. En invierno muchas personas renuncian a beber agua porque les da frío pero se puede incrementar el consumo de líquidos gracias a las bebidas calientes como las infusiones o los caldos.
Por otra parte existen alimentos amigos de nuestra piel. En este caso podemos destacar como indispensables en la estación invernal las nueces, el brócoli, la cebolla, las legumbres, la granada, los cítricos y, por supuesto, el té verde.
Peeling exfoliante
Exfoliar es fundamental para tener una piel sana y bonita. Exfoliar regularmente nuestro cuerpo y rostro ayuda a eliminar la células muertas en superficie y ello permite una renovación cutanéa.
Menos duchas y jabones
Es cierto que cuando hace frío lo que más nos pide el cuerpo es un buena ducha caliente pero el agua caliente es lo peor que existe para nuestra piel, pues ayuda a eliminar su barrera protectiva. Para evitar daños en la piel se aconseja hacer duchas cortas, con agua templada – nunca superar los 36°- y con jabones suave, neutro y no agresivo, como los de avena. Terminar aplicando crema hidratante por todo el cuerpo.
Nutre la piel con cremas naturales
Para una hidratación extra del cuerpo después de la ducha se puede aplicar cremas enriquecidas con aceite de jojoba, aceite de sésamo o manteca de Karité, todos ellos con un potente poder hidratante y protectivo que dejará la piel suave y cuidada incluso en los períodos más fríos del invierno. Si fuera necesario es recomendable aplicar la crema varias veces al día, sobretodo en manos y labios.