Después de pasarte muchas horas buscando información, agencias literarias y editoriales, compruebas que la gran mayoŕia no aceptan manuscritos no solicitados. Te resignas y te pones a buscar editoriales más humildes con las que tu libro no tendrá presencia física en las librerías, pero al menos te harán una buena maquetación e impresión del libro (sin cobrarte) y una discreta tirada de ejemplares y tendrás la oportunidad de hacer alguna presentación y con suerte, estarás presente en Sant Jordi y en la Feria del Libro de Madrid.
Pero rebajar tus expectativas no te garantiza nada. Las editoriales independientes también están saturadas de trabajo (en este país todo el mundo escribe), y te dan plazos de 3 a 6 meses para darte una respuesta que el la mayoría de los casos será negativa por el motivo que sea.
Te quedan los concursos literarios. Tras muchos de ellos están las grandes editoriales, y el premio, además de una cierta cantidad de dinero, es publicar tu libro. Visto lo visto no parece que se necesite más suerte para ganar un concurso que para que una editorial acepte publicarte, así que ¿por qué no probar?
Supongo que estas buenas gentes están disfrutando del fin de semana con todo su derecho, pero ¿por qué pones un plazo de admisión hasta el domingo 30 si no vas a estar disponible? Ponlo para el viernes 28, digo yo.
Total, que mi gozo en un pozo y un cero patatero para FUNDACIÓN MEDITERRÁNEO y para MUNDOARTI, ambos meneando la perdiz sin dar ninguna solución.
Continuará...