En primavera y verano es común ver cómo el color del pelo se aclara, en los cabellos de color natural, o incluso cambia ligeramente de tonalidad, en algunos cabellos teñidos, decolorados o con mechas y reflejos. El Doctor Germán Delgado de Svenson nos explica de qué manera afecta el sol al color de nuestro cabello, sea este teñido, con canas o de una tonalidad natural.
El color del cabello viene determinado genéticamente a través de un pigmento llamado melanina que se origina en unas células (melanocitos) que forman la papila del cabello. “Estos melanocitos están activos únicamente durante la fase de crecimiento del cabello”, comenta el Dr. Delgado “y luego se distribuyen a lo largo de la corteza del tallo capilar.”
En función de la mezcla de los diferentes tipos de melanina (eumalina, feomelanina y tricocroma) el cabello será más oscuro (negro o castaño), amarillo (rubios) o rojo (pelirrojos).
“La pigmentación del cabello puede verse modificada por otros factores, además de los genéticos, como la edad, las hormonas o factores externos”, asegura el Dr. Delgado. “La radiación solar es uno de los factores externos que más puede afectar a la estructura y a la coloración del cabello, por lo que debemos prestar especial atención a nuestro cabello durante la primavera y el verano, cuando esta radiación es más intensa y prolongada.”
“Cuanto menos intensa es la coloración natural del cabello, debido al uso de tintes, mechas, etc., más susceptible es de padecer cambios de coloración tras la exposición solar”, comenta el Dr. Delgado.
“Estudios realizados sobre el cabello cano demuestran que también éste puede sufrir cambios de coloración derivados de la exposición solar, adquiriendo un tinte amarillento cuanto más prolongada e intensa es la exposición solar”, asegura el doctor de Svenson.
El cabello no sólo va a sufrir cambios en su coloración, sino que estos cambios también pueden afectar a su estructura proteica. El espectro de luz solar está constituido por irradiación ultravioleta tipo A (UVA) y tipo B (UVB). “Se ha demostrado que los efectos nocivos de la irradiación UVB pueden llegar a ser de 2 a 5 veces superiores que la irradiación UVA aislada. La pérdida de estructura proteica va a condicionar unos cambios en sus propiedades mecánicas, por lo que el cabello se puede volver más frágil y quebradizo. Todos estos cambios son más acentuados todavía cuando se trata de cabello previamente teñido“, comenta el Dr. Delgado.
¿Pero? ¿Cómo proteger el cabello y su color del sol?
Al igual que hacemos con la piel, especialmente en verano, también debemos proteger el cabello del sol.
Es aconsejable utilizar gorras o sombreros cuando se realice alguna actividad al aire libre, ya que puede ayudarnos a proteger la cabeza y el cabello de los rayos directos del sol.
Se debe utilizar un protector (a poder ser con factor de protección solar UVA y UVB) para evitar que el sol reseque y vuelva quebradizo el cabello, y para proteger su color.
Durante todo el año, pero más en primavera y verano, es recomendable el uso de tintes vegetales. Una coloración vegetal daña menos el cabello y se mantiene en mejores condiciones frente a factores externos como el sol o el salitre.
Usar un champú nutritivo, combinado con el de uso más habitual, ayudará a recuperar el brillo y la hidratación a nuestro cabello.
Y para finalizar, nada mejor que utilizar algunos de los aceites de belleza para cabello (hay tantos en el mercado que ya le dedicaré un post) para nutrir las puntas y medios largos, y acudir a la
¿Y vosotros? ¿Notáis que el color de vuestro cabello cambia en verano? ¿Se vuelve más rubio? ¿Rojizo o pajizo? Estaré encantada de leer vuestros comentarios!!
Besos desde mi blog!!!
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Fotos: Copyright Gemma Salas