Si tuviéramos la desgracia de asistir a un accidente grave, ¿sabríamos qué hacer? ¿Tu sabrías cómo realizar una reanimación cardiopulmonar en un bebé o en un niño?.
Anoche comentaba con el padre de las criaturas lo importante que sería que todos tuviéramos unos conocimientos básicos de primeros auxilios. Recordábamos el día en que el Peque casi se mata con el patinete por una rampa al lado de casa, o el episodio de peligro de ahogamiento secundario que hemos conocido hace menos de un mes. Sustos que podrían haber requerido de una intervención inmediata que uno nunca sabe si está preparado para proporcionar.
Siempre he querido hacer un curso de RCP. No lo he hecho por las razones habituales. Pero es algo que tengo ahí y cada vez que sucede algo en nuestro entorno (o a nosotros mismos), incluyendo las espantosas noticias que el telediario nos muestra día sí día también, me digo que cuanto antes debería ponerme las pilas y, al menos, aprenderme las normas básicas.
Así que he estado buscando información e intentando memorizarla. Porque más vale prevenir que lamentar.
Como creo que es de utilidad para todos, en este post recojo la siguiente información:
- ¿Cómo saber si debemos efectuar la reanimación cardiopulmonar a un niño?
- Pasos a seguir para realizar la reanimación cardiopulmonar a un niño
- Consideraciones sobre la RCP en bebés de menos de un año
- Vídeo que muestra cómo realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar en niños
¿Cómo saber si debemos efectuar la reanimación cardiopulmonar a un niño?
Un niño puede entrar en parada cardiorespiratoria por muchos motivos: un golpe severo, obstrucción de las vías aéreas, una gran hemorragia, ahogamiento, un episodio de muerte súbita del lactante o incluso por una enfermedad pulmonar grave.
Lo primero que debemos comprobar es si el niño responde, estimulándole para que nos conteste cómo se encuentra.
Si el niño no responde, debemos comprobar si respira.
Para valorar el estado del niño vamos a hacer tres cosas:
– Colocar al niño boca arriba, con las extremidades alineadas. Mucho cuidado si el niño ha tenido un accidente porque podríamos agravar cualquier lesión que tuviera en la columna. Si tenemos dudas, mejor no moverle.
– Nos aseguramos de que las vías respiratorias estén abiertas. Para ello, realizamos lo que se llama “maniobra frente-mentón”: con una mano empujamos la frente del niño hacia atrás y con la otra elevamos su barbilla.
– Nos agachamos y colocamos el oído cerca de la nariz y boca del niño, mirando hacia su pecho. Debemos notar que respira en nuestra mejilla, escuchar su respiración y valorar si su pecho se eleva o no.
Si estamos haciendo esta operación seguramente estaremos más nerviosos que un flan, pero debemos ser rápidos. Recomiendan no emplear más de 10-20 segundos en hacer todo esto.
Si respira, le colocamos en posición de seguridad (de lado) y llamamos a emergencias.
Si no respira ni apreciamos signos de vida, es el momento de iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Pasos a seguir para realizar la reanimación cardiopulmonar a un niño
Ya tenemos al niño colocado perfectamente porque acabamos de comprobar su estado.
A continuación:
– Tapamos su nariz con la misma mano con la que sujetamos la frente del niño.
– Tomamos aire.
– Colocamos nuestros labios alrededor de su boca (o si es muy pequeñito, abarcando también su nariz).
– Insuflamos aire de manera uniforme, comprobando que su pecho se eleva y después baja.
– Repetimos esta operación 5 veces.
Tras esto, comprobamos de nuevo el estado del niño.
Si el niño sigue sin responder, vamos a realizar compresiones torácicas:
– Colocamos el talón de nuestra mano justo un dedo por encima del extremo inferior del esternón.
– Colocamos nuestro codo extendido, en la vertical del pecho del niño.
– Hacemos 30 compresiones, con fuerza, dejando que el pecho se eleve después de cada una de ellas. No debemos dejar pausas, debemos llevar un ritmo constante (100 compresiones por minuto sería lo suyo).
– A continuación, realizamos 2 insuflaciones más.
El ritmo de la RCP serían 30 compresiones + 2 instalaciones.
Si tras un minuto sigue sin responder, debemos llamar al 112 si no lo ha hecho ya alguien de nuestro entorno.
A continuación seguiremos con las maniobras de reanimación hasta que lleguen los servicios de emergencia.
Consideraciones sobre la RCP en bebés de menos de un año
Si el bebé es muy pequeñito debemos tener especial cuidado.
Para el masaje cardiaco a un bebé, en lugar del talón de nuestra mano, vamos a emplear solamente dos dedos.
El lugar para realizar las compresiones cardiacas a un bebé será entre sus pezones, en el zona inferior del esternón, presionando justo en el centro.
Debemos notar que el esternón baja y luego sube, de manera vertical.
Al mismo tiempo, debemos vigilar que la presión esté siendo en el centro y no lateral, para evitar romperle una costilla.
Vídeo que muestra cómo realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar en niños
Como creo que estas cosas como mejor se aprenden es viéndolas, os pongo este vídeo del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, que me parece que lo explica muy muy bien.
En definitiva, ojalá nunca tengamos que ponerlo en práctica. Ojalá nunca tengamos que asistir a una emergencia vital en un niño.
Pero los niños son niños. Y la vida a veces te lleva a situaciones en las que nunca quisieras haberte visto.
Así que creo que es preferible tener claro, al menos en teoría, cómo realizar la reanimación cardiopulmonar en bebés y niños.
Y vosotros, ¿habéis hecho algún curso? ¿Conocíais cómo realizar estas maniobras de reanimación?
Más info | Faros – Sant Joan de Déu Barcelona