En primer lugar lo que debes hacer es prender ambas velas negras y meditar unos momentos respecto a aquello que se desea que le suceda al enemigo. Como por ejemplo imaginarlo sufriendo, trate de que sea lo más específico que se pueda.
Ahora prende las 2 velas negras y envuelve la foto con el paño negro. Mientras envuelve la foto debes decir los siguiente:
Yo te envuelvo para que no puedas escapar.
Ten envuelvo para que nunca puedas ser feliz
Para que todo te vaya mal
Y nada ni nadie pueda ayudarte.
A continuación toma la tijera y corta en varios pedazos la foto. Mientras haces cada corte debes pronunciar el siguiente conjuro:
“(Nombre de tu enemigo) Tú eres pena, dolor y tristeza.
No descanses, ni duermas, no te relajes
Los gusanos se comerán tu carne y tu sangre se pudrirá como un cerdo
esta es mi voluntad (Nombre del enemigo) y esta será tu destino.
Porque yo te maldigo.
Que así sea y así será”
Después que hayas terminado introduce todos los pedazos dentro de la sangre de cerdo. Esto debe quedarse allí durante tres días y tres noches. Al cuarto día ve a un lugar donde no haya vida y entierra todos los elementos que usaste.
Finalmente tienes que esperar. Este ritual no tarda en mostrar resultados, si lo seguiste los pasos y tienes fe de que tu deseo será concedido.
Es importante que antes de realizar este tipo de rituales pienses en las consecuencias de tus actos. No hagas daño a personas inocentes porque al final él único o única perjudicada serás tú.