Conocer el tipo de piel que tienes y cuales son sus necesidades, te permitirá aplicar un programa de cuidados que dará a tu rostro un aspecto más saludable.
A medida que envejecemos, la piel cambia y su cuidado requiere más tiempo y trabajo. Además, con los años también se vuelve más vulnerable a los efectos adversos causados por los cambios hormonales y por el estado emocional. También influyen negativamente factores como el clima, la contaminación y una alimentación inadecuada. Hay 5 tipos básicos: normal, grasa, mixta, seca o sensible.
Cada día iré haciendo un diagnóstico detallado de cada tipo de piel para ayudaros a identificar el vuestro. ¡Un saludo!