1-CONTORNO DE OJOS SIN ARRUGAS: La piel que rodea los ojos es extremadamente fina y sensible, además de estar sujeta al sinfín de movimientos que realizamos al día al pestañear, hablar, reir, etc. El paso del tiempo y el descenso hormonal que tiene lugar a partir de los 40 años agrava todavía más la situación. -Controla las patas de gallo: Las cremas con ácido hialurónico resultan ideales para atenuar esas finas arrugas que nacen en el rabillo del ojo y aportar luminosidad. Si prefieres un remedio casero, puedes aplicarte, cada noche, una gotita de aceite. El sol es una de sus principales causas, ya que acelera el envejecimiento cutáneo. Además, la luz que emite nos obliga a cerrar los ojos, aumentando la profundidad de los pliegues. Evítalo utilizando cremas de día con protección solar y usando gafas de sol. -Automasaje reafirmante: Justo antes de irte a dormir, desliza durante unos segundos las yemas de los dedos desde la parte exterior de los ojos hasta el párpado inferior. Si utilizas un aceite vegetal, como el de rosa mosqueta, aumentarás su eficacia.
1-CONTORNO DE OJOS SIN ARRUGAS: La piel que rodea los ojos es extremadamente fina y sensible, además de estar sujeta al sinfín de movimientos que realizamos al día al pestañear, hablar, reir, etc. El paso del tiempo y el descenso hormonal que tiene lugar a partir de los 40 años agrava todavía más la situación. -Controla las patas de gallo: Las cremas con ácido hialurónico resultan ideales para atenuar esas finas arrugas que nacen en el rabillo del ojo y aportar luminosidad. Si prefieres un remedio casero, puedes aplicarte, cada noche, una gotita de aceite. El sol es una de sus principales causas, ya que acelera el envejecimiento cutáneo. Además, la luz que emite nos obliga a cerrar los ojos, aumentando la profundidad de los pliegues. Evítalo utilizando cremas de día con protección solar y usando gafas de sol. -Automasaje reafirmante: Justo antes de irte a dormir, desliza durante unos segundos las yemas de los dedos desde la parte exterior de los ojos hasta el párpado inferior. Si utilizas un aceite vegetal, como el de rosa mosqueta, aumentarás su eficacia.