Ni que decir tiene que igual que no hay dos gotas de agua iguales, tampoco hay dos entrevistas de trabajo iguales, porque como todo en lo que entra en juego el factor humano (gracias a Dios no somos máquinas), puede sufrir de grandes dosis de variabilidad, y eso es precisamente lo que me gusta de mi trabajo: el trato con personas y que 1 + 1 no siempre son dos.
A pesar de eso, hay tres tipos de preguntas a los que te vas a tener que enfrentar durante dicha entrevista de trabajo:
Preguntas curriculares.
Del tipo ¿Dónde has aprendido a hablar inglés, francés, alemán (según corresponda)? o ¿Cuál fue la experiencia más gratificante de tu época de formación?
Preguntas por competencias.
Dame un ejemplo de una situación problemática que hayas tenido con un cliente o Coméntame un día en que hayas recibido felicitaciones por tu trabajo o por tu participación en un proyecto.
Preguntas a futuro.
¿Dónde te ves dentro de tres, cinco años? o ¿Cuáles son tus expectativas salariales?
En este sentido, el giro que ha dado el mercado laboral actual ha llevado a empresas y seleccionadores a variar el estilo de sus preguntas. Hoy en día los reclutadores tienden a otro tipo de fórmulas como: Si te contratamos, ¿cuánto tiempo vas a quedarte con nosotros? O ¿Por qué debemos contratarte a ti y no al siguiente candidato que espera su turno para entrar en la entrevista?
Pues hala, ahora sólo queda cruzar los dedos y afrontar el proceso siendo tú mismo… eso ya de por si es garantía de éxito.
Recuerda que desde el 31 de enero y hasta el 3 de marzo puedes Entrar en LaBlogoteca a valorar este blog. Sólo tienes que ser usuario registrado de 20minutos.es, pero eso no te va a llevar más de 30 segundos. Y si crees que el blog es merecedor de más votaciones, corre la voz entre todos tus amigos.