La anécdota más contada de la historia, pero bueno.
Cuando tu ídolo Donald Trump llegó al a Casa Blanca le preguntó a Obama cuál era el mayor problema que tenía entre manos del que tendría que encargarse.
Entrarás en guerra con Corea del Norte. Ese será tu mayor problema.
Trump le preguntó si le había llamado. Obama dijo que no, que no le había llamado, que era un dictador.
Entonces Trump se giró y mirando a uno de sus asesores dijo: «¡Idiota!»
Trump no entró en guerra. Ni con Corea del Norte ni con nadie. Y el tipo te gustará más o menos pero a mí eso me trae sin cuidado. Lo que me interesa es ver qué pasa cuando tratas la política como si fueran negocios.
Esta anécdota no es el típico twitt que nadie sabe quién publicó primero. Lo cuenta Doug Wead, antiguo trabajador de la Casa Blanca e historiador.
El caso es que cuando tratas la política, o la vida, como si fueran negocios, cuando tienes un problema con alguien, le llamas.
Le llamas y le escuchas.
Es instintitvo. Si te gusta conseguir cosas, quiero decir. Ganar dinero, crecer, prosperar, solucionar problemas.
No le mandas un email.
Ni esperas a que las cosas se solucionen solas.
Le llamas.
Y escuchas.
Y una cosa más además de escuchar.
Entiendes lo que la otra persona quiere decir. Que normalmente no tiene nada que ver con lo que ha dicho.
De eso hablo en el newsletter.
De lo que la gente quiere. Lo que realmente quiere, no lo que dicen que quieren.
3 conversaciones universales que habitan la cabeza de prácticamente cualquier ser humano y cómo exprimirlas para vender cualquier cosa.
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Y te adelanto que los beneficios, la rentabilidad o ahorrar tiempo no son ninguna de ellas. Eso no le interesa a nadie. Absolutamente a nadie.
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Acepto la política de privacidadLa entrada Cómo se cerró la venta más importante de la historia con una sola llamada se publicó primero en Luis Monge Malo.