Hoy escribo una entrada que tal vez parezca una perogrullada, pero responde a una duda real que a mí me surgió a los pocos días de conocer mi embarazo.
Cuando una es una embarazada del siglo XXI, se entera de repente de que existen unas aplicaciones monísimas para el teléfono móvil que te van explicando la evolución del embarazo y cómo va creciendo el embrión (ya os hablaré otro día de ellas y os contaré cuáles son mis favoritas). Pues bien, estas aplicaciones suelen hablar de los cambios que se producen durante la semana número X.
Un día, leyendo yo la información de la semana en una de estas aplicaciones, a mí me entró una duda enorme: ¿estoy en la semana 4 o en la semana 5? Y es que las cuentas no me salían siempre igual. Mi última regla comenzó un viernes, y habían pasado cuatro viernes desde entonces: cuatro semanas y pico. Pero si contamos por períodos semanales, del día 1 al 7 es la semana 1, del 8 al 14 la semana 2… y por esas cuentas me salía que estaba en la semana 5.
Pues bien, para que mi experiencia sirva de algo, parece ser que en obstetricia cuando se habla de semanas siempre se habla de semanas cumplidas, es decir, que estás de 4 semanas cuando ya han pasado cuatro semanas completitas desde tu última menstruación. Aquí os lo dejo por si os sirve de algo, ¡y si no siempre os podéis reír de las dudas tan tontas que nos entran a las primerizas!