El neurocientífico Joaquín Fuster fue uno de los primeros en cuestionar la teoría modular del cerebro. Para este autor, la memoria surgía de la "gran red que es el cerebro" y propuso un nuevo paradigma para explicar cómo funciona la memoria. Estableció tres principios:
- El primer principio, las memorias son redes de neuronas interconectadas, distribuidas por la corteza cerebral.
- El segundo principio, propone un modelo jerárquico que organiza los diferentes tipos de memoria en dos grandes grupos en función de si se encargan de guardar la información sensorial- memoria perceptiva- o bien por las áreas motoras, responsables de la conducta, del "hacer" - memoria ejecutiva-.
- El tercer principio, es que una sola neurona o grupos de neuronas puede formar parte de muchas memorias y que pueden encontrarse en cualquier punto de la corteza cerebral. De ahí, las redes neuronales estén superpuestas y entrecruzadas y que sus extensiones e interconexiones puedan llegar a ocupar amplias regiones del córtex.
En los dos tipos de memoria, que propone en su paradigma, la memoria perceptiva y la memoria ejecutiva, podemos distinguir diferentes subtipos ordenados jerárquicamente. Con respeto a la memoria perceptiva, están repartidas principalmente por la corteza- lóbulos temporales, parietales y occipitales- e incluyen las experiencias sensoriales, todos los recuerdos y conocimientos adquiridos por estas memorias perceptivas. Desde el punto de vista jerárquico, la memoria perceptiva va desde lo sensorial a lo conceptual en general. Con respecto a la memoria ejecutiva, están distribuidas sobre todo por el córtex frontal. Incluye conocimientos y el recuerdo de acciones adquiridas por la experiencia al actuar sobre el entorno físico y social. En el nivel inferior reside la corteza motora primaria, que es la memoria motora filogenética, encargada de coordinar los movimientos más simples, aquellos que son innatos y producto de la evolución, y sobre ello se formarán las distintas memorias motoras y ejecutivas del individuo. En el nivel superior, hallaremos los planes de conducta, la creatividad y las decisiones. Ambas memorias se retroalimentan en el denominado "ciclo percepción- acción". En este ciclo, recibimos unos estímulos perceptivos que procesamos y a través de los cuales ejecutamos unas acciones que modifican nuestro entorno. Estos cambios producirán a su vez nuevas percepciones que generaran nuevas acciones. Y así, incesantemente.