Los diamantes se producen a unos 160 kilómetros bajo la superficie terrestre, donde existen la presión y la temperatura idóneas para compactar el carbono del que están compuestos.
Los diamantes que podemos conocer hoy en día se formaron hace millones o incluso miles de millones de años; llegaron a la superficie gracias a erupciones profundas de magma, mucho más poderosas que las