Pero los emprendedores y educadores aseguran que la verdadera solución va más allá.
Según ellos, hay una serie de características psicológicas que un emprendedor debe demostrar y los padres deberían ayudar a sus hijos a desarrollarlas a la mínima oportunidad.
He aquí un vistazo a esas cualidades y cómo cultivarlas.
Aventureros
Los padres deberían animar a sus hijos a explorar su entorno y no dejar que se conformen demasiado, aconseja Arthur Blank, cofundador de Home Depot Inc. Eso implica alentarlos a hacer preguntas constantemente y fomentar un intelecto inquieto. Por ejemplo, “cómpreles los juguetes adecuados, con los que los niños deben averiguar por sí mismos lo que deben hacer”, recomienda. Y cuando vayan de vacaciones, “pruebe diferentes restaurantes fuera del tipo de comida al que están acostumbrados”.
Pierre Omidyar, fundador de eBay Inc., está de acuerdo con que la exploración y la curiosidad son lecciones cruciales. “Nuestros hijos parecen prosperar en situaciones (…) que les permiten descubrir el mundo que les rodea en sus propios términos”, señala.
Omidyar creció inmerso en una cultura francesa y persa gracias al origen de sus padres. “Exponerse a estas culturas y aprender sobre ellas me enseñó desde muy temprano que hay distintas maneras de pensar sobre cualquier situación y que no siempre hay que hacer las cosas como se han hecho siempre”, dice.
Formales y estables
Pramodita Sharma, profesora visitante de Babson College y directora de un programa de la universidad centrado en los emprendimientos familiares, también alienta a los padres a ayudar a sus hijos a desarrollar la sed de conocimiento. Pero a eso añade otras cualidades que también considera importantes: a ser escrupulosos y a tener una estabilidad emocional.
Los padres deben insistir en que sus hijos completen tareas de alta calidad en los plazos prometidos, ya sean deberes, actividades extracurriculares o trabajos en la casa. Y los padres deberían dar ejemplo, demostrando control cuando las emociones se desbordan.
Observadores
Los padres deben ayudar a sus hijos a reconocer que su mundo está lleno de oportunidades de negocio y que identificarlas sólo requiere de observación atenta y creatividad.
Christine Poorman, directora ejecutiva de la oficina en Chicago de Network for Teaching Entrepreneurship, una red que ofrece cursos de emprendimiento para jóvenes, describe cómo en el programa se anima a los estudiantes a pasear por sus vecindarios y evaluar las necesidades empresariales. Una alumna concluyó que las tiendas de víveres y las ferreterías de su barrio no tenían suficiente presencia en línea, así que les creó logotipos y sitios web.
Según el magnate inmobiliario Sam Zell, un emprendedor “siempre ve problemas y luego soluciones”.
A veces esos problemas no son tan obvios. “Cuando tenía 12 años, mis padres se mudaron de Chicago a un suburbio”, recuerda Zell. “Cada día iba a la ciudad en tren después de la escuela para ir a mis clases de religión judía. Me di cuenta que debajo de las vías elevadas del tren vendían revistas Playboy. Las compraba a 50 centavos de dólar cada una y luego las llevaba a los suburbios donde se las vendía a mis amigos por US$3. Fue mi primera lección sobre la oferta y la demanda”.
Buenos jugadores en equipo
Los deportes pueden ser una estupenda aula de clases para los valores de emprendedores. Blank, de Home Depot, dice que sus seis hijos, que han practicado una amplia variedad de deportes, tuvieron que aprender a lidiar con los obstáculos y a superar las derrotas. “Los deportes enseñan lo importante que es el trabajo en equipo. La semilla para la idea de Home Depot salió de mí y de Bernie (Marcus), pero también necesitamos que otras personas creyeran en el proyecto para entrar en juego”.
Los proyectos solitarios también pueden inculcar buenos valores. Jim Koch, fundador de la cervecera Boston Beer Co., cree que su afición al montañismo se convirtió en un pilar en su carrera como empresario. “Los alpinistas se parecen mucho a los emprendedores. Están dispuestos a correr un riesgo y una vez ahí, se vuelven cuidadosos y tratan de reducir el peligro”, explica Koch.
Dé el ejemplo
En última instancia, muchos empresarios aseguran que lo más valioso que se les puede enseñar a los hijos sobre emprendimiento es dando el ejemplo.
Blank asegura que sus padres fueron la mayor influencia a la hora de convertirse en un emprendedor. “Crecí con ejemplos de carne y hueso de emprendedores”, recuerda. “Mi padre tenía 39 años cuando empezó un negocio de farmacia mayorista. Murió a los 44, cuando yo tenía 15 años. Mi madre, que entonces tenía 37, no tenía experiencia de negocios pero asumía riesgos a su manera. Expandió la empresa y luego la vendió a una firma más grande”.
Fuente http://www.pulso360.com/2011/06/25/claves-para-criar-a-un-emprendedor/