El proyecto Eurovegas ha fracasado, la sociedad Las Vegas Sand anunciaba que abandonaba el proyecto tras la negativa del Gobierno de España a aceptar las condiciones que imponía la empresa del magnate del juego Sheldon Adelson para instalarse en nuestro País.Y es que el empresario norteamericano pretendía blindar sus inversiones ante futuros cambios legales, Las Vegas Sand quería establecer una serie de indemnizaciones, muy elevadas, que les serían abonadas en el caso de que un futuro gobierno (central, autonómico o local) aprobase nuevas leyes que afectasen a la rentabilidad de la inversión.Yo siempre he sido un defensor de este proyecto, de hecho ya traté este tema en Desde el Caballo de las Tendillas, al pedir que Eurovegas viniera a Andalucía. Y al final parece que recalará en oriente, aunque no se ha precisado la nueva ubicación del proyecto.El Gobierno, por su parte, argumenta que lo que se pretendía iba en contra de la legislación comunitaria, por lo que en ningún caso habría sido posible. Y digo yo, si el Gobierno tenía la seguridad de que Europa no aprobaría el proyecto, ¿por qué no han dejado que sea Bruselas la que se lo cargue?El caso es que en este tema veo un trasfondo que me preocupa, y es que estos inversores no se fían de España, no nos consideran un País seguro para invertir y, por lo tanto, quieren imponer unas condiciones para asegurarse su inversión. No voy a entrar a valorar si el Gobierno ha hecho mal o bien, en esto no lo voy a criticar porque no tengo capacidad de juicio, pero es muy triste que Las Vegas Sand nunca haya exigido estas condiciones en los demás países en los que ha invertido y sin embargo sí lo hagan con España, da que pensar.Y en este tema tampoco han ayudado determinados políticos, al anunciar cambios legislativos si accedían a determinadas instituciones, con la finalidad de perjudicar el proyecto.Esto es lo que me preocupa, el cómo nos ven los inversores extranjeros, parece que no se fían de los políticos españoles y nuestro sistema no les da seguridad para jugarse su dinero. Y es normal, si los españoles no nos fiamos, ¿cómo se van a fiar los extranjeros de España?