Cómo secar lavanda y otras hierbas aromáticas

Publicado el 05 mayo 2014 por Equipo De Plantea Marta Y Raúl @planteaenverde

El otro día comentábamos los beneficios de la lavanda en el huerto y hacíamos un repaso de sus propiedades medicinales, pero claro.. Para poder aprovechar dichas propiedades necesitamos disponer de sus pétalos todo el año. ¿La solución? No podría ser más sencilla: aprovechar los meses de verano para cosechar las flores y desecarlas mediante un proceso, de verdad, que no requiere ser un experto boticario. Con sus flores desecadas se pueden hacer mil y una manualidades, recetas e incluso tratamientos de belleza.

Materiales para desecar aromáticas

  • Gomas elásticas
  • Tijeras
  • Desecadora de hierbas: yo tengo una artesanal que me encanta, con una caja de vinos reciclada, tiene como ventajas que protege del polvo y recoge las semillas que caen durante el proceso de desecado. Además, le aporta cierta oscuridad extra que va muy bien para el proceso. Si no dispones de una, una cuerda y unas pinzas te harán papel para desecados puntuales.
  • Plantas de aromáticas: lavanda, romero, tomillo.

1. Corta y prepara los tallos

En el caso de la lavanda corta los tallos con flor, de unos 12 cm aproximadamente y elimina las hojas, en el romero y el tomillo, elimina las zonas leñosas, dejando tallos de unos 10 cm, elimina las hojas de la base para poder atarlos correctamente.

2. Átalos con una goma

Durante el proceso de secado los tallos pierden volumen, de modo que una goma siempre mantendrá sujeto el ramo.

3. Cuélgalos boca a bajo

Busca un lugar seco, oscuro y ventilado para colgar los ramilletes boca abajo. Si dispones de secadora, podrás recoger las semillas que caigan para futuros cultivos.

4. Recolecta

Pasado este tiempo te resultará muy fácil recolectar las flores de la lavanda que se desprenderán tan sólo con tocarlas. Guárdalos en un tarro de cristal para poder utilizarlas cuando las necesites.


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