El polivalente futbolista del Atlético de Madrid, José María Giménez, utiliza con frecuencia una técnica especial para superar a los atacantes rivales y hacerles perder la concentración y… el balón.
Los defensas suelen tener fama de duros y marrulleros, pero este no es el caso de Giménez que, a sus portentosas facultades físicas y una más que aceptable técnica, une algo más valioso aún: imaginación.
Por eso, Jiménez no necesita dar patadas, ni codazos, ni agarrones, como tantos otros defensas, sino que él gana la partida a los rivales con un secreto que ayer volvió a poner en práctica. ¿En qué consiste? Vamos a desvelarlo:
Cuando el equipo contrario va lanzar un corner o una falta sobre el área, y cada cual se empareja con aquél jugador a quien debe cubrir, Giménez empieza a hablar con él y a preguntarle cosas que no tienen nada que ver con el partido. Por ejemplo ¿Qué coche tienes? ¿Le haces muchos kilómetros? ¿Has visto la película…? ¿Te gustan las pizzas con piña? … y así un sin fin de preguntas absurdas o cuando menos que no tienen nada que ver con el partido. La primera reacción del jugador marcado es la de desconcierto y asombro. La segunda reacción es la de contestar a esa pregunta. Y la tercera reacción es… que ya ha terminado la jugada y él ni se ha enterado porque Giménez ya no estaba allí sino que se ha llevado o despejado el balón.