La intención de Mariano Rajoy si gana las elecciones el próximo 20N es recuperar la desgravación de la vivienda en el Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (que desapareció a finales de 2010) para ayudar a dinamizar el sector inmobiliario en España.
Esta desgravación fiscal tendría un carácter retroactivo para que todos aquellos adquirentes de una vivienda a lo largo del presente ejercicio la pudiesen utilizar.
Las condiciones que el PP pretende establecer serían muy similares a las que existían anteriormente. En concreto, el modelo sobre el que se basa es el que se modificó en 1999 y que, posteriormente, fue cambiado durante los mandatos de Rodríguez Zapatero.
La deducción se establecería en la cuota y estaría topada con un límite cuantitativo. De esa manera, las grandes rentas no podrían utilizar al máximo la desgravación mientras que beneficiaría más a las rentas bajas y medias.
Ese aspecto es fundamental. El límite cuantitativo no se relacionaría con el nivel de la renta, como estaba establecido hasta 2010, sino sobre la cuantía de deducción de la cuota.
Para el PP esta desgravación fiscal no perjudica a la Hacienda pública ya que se beneficia por otro lado. Al materializarse una compraventa de vivienda se pagan otros impuestos.
En este sentido, el PP también se plantea la aplicación de un IVA superreducido a la compraventa de viviendas habituales, aunque de forma transitoria.