Al ser alejados de su madre tempranamente, los cachorros tienen la imperiosa necesidad de sentirse resguardados, cuidados y queridos. Pese a que le des de comer y beber como se debe,el pequeño llorará incontables veces por motivos que muy probablemente ni sepas.
El primer día en su nueva casa será el más temible para el cachorro, y el más difícil para que puedas sentar las bases de tu relación con él.¿Qué hacer para ayudarlo?· Darle seguridad no es lo mismo que mimarlo. Encuentra un lugar para que tu mascota duerma y no se sienta aislada. Algunas personas prefieren dejarla dentro de su cuarto, en una colcha o cojín sobre el piso; otras permiten que se suba a la cama, pero es recomendable evitarlo.· Una caja o cajón te puede ser muy útil. En tu recámara o afuera de esta, con la puerta abierta, puedes colocar un cajón a medida o bien una caja de cartón con espacio suficiente para que la mascota no se sienta agobiado. ¡Así descansará y escuchará tus sonidos!· No olvides sus necesidades. Antes de irte a la cama, sácalo para que camine un poco y así pueda orinar o defecar. Esto, además de colaborar con tu cachorro, ayuda a que se canse un poco y así duerma más tranquilo, ¡y tú mucho más!· Ignora sus gemidos tanto como sea posible. Las mascotas utilizan este método para atraer la atención de sus dueños, por eso es aconsejable no hacerles caso.