Cada día, todos experimentamos diferentes emociones. Llamamos emociones a las reacciones que tenemos ante diferentes situaciones que ocurren en nuestro entorno o en nosotros mismos. Estas reacciones son normales y positivas para nuestro desarrollo.
En relación a esto podemos hablar de la Inteligencia Emocional, que es la habilidad que tenemos para tomar conciencia de nuestras propias emociones, y de las de los demás, y la capacidad para saber gestionarlas.
La inteligencia emocional es un aspecto que se desarrolla desde que nacemos, es una capacidad que nos permite desenvolvernos de manera adecuada en el mundo que nos rodea. Las emociones nos proporcionan información de nuestro propio estado y del estado del otro. Aprender a “descifrar” esta información, nos ayuda a desenvolvernos mejor en las distintas situaciones y a ajustar nuestras repuestas de manera más adecuada a nuestras necesidades y a las del otro.
En la primera infancia se establecen los primeros vínculos afectivos y va a ser en casa donde se experimenten las primeras emociones. Por eso, comenzar a educar emocionalmente desde muy temprana edad es un aspecto importante en el desarrollo de los niños. Al igual que estimulamos y favorecemos el desarrollo de otros aprendizajes como por ejemplo hablar o caminar, enseñar a los más pequeños a reconocer y expresión sus emociones es parte esencial de su desarrollo.
¿Qué podemos hacer desde casa?
Es importante tener en cuenta que los niños aprenden imitando todo aquello que ven, por tanto los padres son los mejores guías para enseñarles a regular sus emociones. En este sentido es muy positivo servir de modelo expresando las emociones que sentimos, para así ponerle una palabra a cada emoción. Ejemplo: “Estoy muy contento porque….” o “Me siento triste…”.
También debemos ayudarles a que identifiquen sus propias emociones nombrándolas nosotros, por ejemplo diciendo: “Veo que estas enfadado”, y dedicar tiempo a hablar de lo que esta sintiendo, para que comiencen a ponerle palabras a sus emociones.
Algo fundamental en relación a la Inteligencia Emocional es la autoestima, ya que les va a permitir tener un buen concepto de sí mismos y a reconocer mejor todas las emociones. Para potenciar la autoestima debemos permitir que hagan cosas por sí mismos y reforzar el hecho de que no se rindan.
Además, a diario podemos potenciar los vínculos emocionales con ellos utilizando gestos para expresar lo que sentimos y mostrarles expresiones de agrado hacia sus comportamientos positivos.
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