Cómo TEDx reinventó las ideas y las presentaciones

Por Jesús A. Lacoste @JALacoste

La primera conferencia TED en 1984 fue tan mala que tardaron seis años en organizar la segunda. Hoy TED (Tecnología, Entretenimiento, Diseño) es el Goliat de la industria de las ideas. El corazón de la empresa es la conferencia bianual de TED en la que las grandes ideas se presentan en charlas cortas e impactantes. La conferencia ha dado lugar a una serie de empresas, aunque sean sin fines de lucro.

TEDx y las ideas

La organización ha construido un repositorio electrónico de más de 2.000 conferencias en TED.com, que se pueden ver gratis y que ya han sido vistas unas 2 mil millones de veces. Se ha generado un movimiento de masas: los voluntarios han organizado más de 9.000 eventos TED (los llamados TEDx) en cerca de 150 países desde 2009; han establecido un premio TED (con un premio de 1 millón de $), un programa de becas TED y una línea  TED de libros electrónicos. Y se ha convertido en una máquina de producir estrellas: una invitación para hablar en TED puede convertir a un académico oscuro en un gurú o a un periodista cualquiera en un célebre escritor. Ha libros específicos como “Método TED para hablar en público: Los secretos de las conferencias que triunfan en todo el mundo” para enseñar a preparar de la forma más exitosa una conferencia TED

El éxito ha tenido sus reveses. Hay quien lo ha tildado como absurdo, siniestro y hasta receta para el desastre de la civilización. Lo cierto es que además de saber “encoger” grandes ideas en poco tiempo, también ha demostrado que existe un gran mercado para las grandes ideas.

TED es el ejemplo perfecto del poder de la innovación disruptiva. El negocio de las ideas y las conferencias ya estaba abarrotado cuando llegó TED. La BBC rechazó una charla TED temprana por considerarla demasiado intelectual. Pero TED ha reescrito las reglas. Muchos la comparan con las conferencias de Davos. Las empresas ahora contratan a TED para ejecutar sus propias conferencias in company.

TED es el ejemplo perfecto del poder de la innovación disruptiva

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Los editores compiten para firmar sus conferencistas. TED ha hecho más para promover el arte de dar una conferencia en una década que la Universidad de Salamanca y de Oxford en el último siglo.

En el corazón de esta disrupción está Chris Anderson (no es el conocido editor de la revista Wired), periodista convertido en empresario que se hace llamar el TED curator. Anderson ganó dinero publicando revistas de informática y empresariales. Compró TED en 2001 y se ha dedicado a convertir las conferencias en un fenómeno multimedia, reuniendo a los dos mundos que él conocía mejor: el periodismo que narra historias y el mundo de alta tecnología de cambio disruptivo. Le dio a TED un modelo de negocio de gran alcance y un canal de contenido de calidad.

TED utiliza una combinación astuta de productos de pago y gratuito. Las entradas para sus conferencias de cinco días cuestan al menos $ 6.000. Se vende una gama cada vez mayor de productos de la marca TED. Pero también ha sido generoso con su capital intelectual, no sólo regalando videos por Internet, sino también concediendo de licencias a los entusiastas para realizar eventos TEDx. En España se celebran eventos TED en casi todas las provincias y en ciudades como Madrid o Barcelona coexisten varios TEDx. Yo participaré como conferenciante este otoño en TED Gran Vía Madrid.

Para garantizar la calidad de los eventos TEDx hay que cumplir con los “Mandamientos TED”, comenzando con: “No te limitarás a sacar a relucir tus ideas habituales”. Las conferencias deben durar sólo 18 minutos (lo suficiente para ser serias pero lo suficientemente cortas para mantener la atención de la gente). Los conferencistas potenciales son cuidadosamente evaluados y ampliamente capacitados; sutilmente se les recuerda que sólo las charlas exitosas serán puestas online.

TED se esfuerza constantemente por mejorar sus productos y ampliar su cartera. Se ha invertido mucho en equipos de vídeo y puesta en escena. Se ha experimentado con formatos más cortos, como “TED en tres minutos“. Incluso se ha introducido un elemento de “American Idol”: cerca de la mitad de los ponentes de cada conferencia son escogidos por audiciones competitivas que tienen lugar en todo el mundo y están teóricamente abiertas a cualquier persona.

TED se ha convertido en el festival de las ideas del mundo digital. Gran parte de su audiencia, así como muchos de sus conferencistas, se basan en la tecnocracia. Promueve soluciones tecnológicas a los problemas: sus conversaciones dan la impresión de que no hay enfermedad el mundo que no se pueda resolver con un ordenador portátil y una conexión a internet.

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