La guía se centra en las empresas y cómo pueden comenzar a dar pasos en este cambio de paradigma. Dice que debe tratarse de un cambio sistémico que afecte a toda la cadena de valor para así conseguir unos resultados visibles. Para ello, las compañías deben tener un enfoque más disruptivo y colaborativo, en el que se comprenda que todos vamos en la misma dirección.
Viene obligado por la Ley de Residuos y Suelos Contaminados aprobada el pasado mes de abril que define un primer marco normativo hacia una economía circular a través de normas para regenerar, rediseñar, remanufacturar/reutilizar/reparar, usar/compartir, reciclar y valorizar.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el enfoque de la cadena de valor consta de tres pasos:- Comprender la cadena de valor e identificar puntos críticos clave.
- Consolidar las acciones existentes e identificar oportunidades para abordar los nuevos puntos críticos identificados, y
- Definir una agenda común y priorizar medidas y acciones para abordar las prioridades identificadas.
Para iniciar la transición se proponen varios pasos, tales como:
- Comprometerse con la economía circular e integrarla transversalmente en toda la cadena de valor.
- Establecer objetivos específicos. Fijar unos compromisos cuantificables y con límites en el tiempo y comprometerse a movilizar en un período de tiempo recursos humanos y económicos para cumplir medidas concretas.
- Colaborar con los grupos de interés a lo largo de la cadena de valor, porque el modelo circular engloba todas las etapas de vida de un producto.
- Minimiza los costes y acelera el crecimiento empresarial. Gracias a la economía circular reduciremos el consumo de materias primas reciclando los residuos, se reutilizarán los componentes y todo esto logrará un aumento en la eficiencia y una mejora en el rendimiento económico.
- Atrae las inversiones responsables y facilita el acceso a nuevas fuentes de financiación. Los inversores comienzan a ver en la sostenibilidad una oportunidad de negocio. Las empresas que estén a la cabeza en economía circular lograrán atraer nuevas fuentes de financiación.
- Mayor seguridad en la cadena de suministro debido a una menor dependencia de materiales vírgenes. La escasez de recursos y la volatilidad de los precios deja de ser un problema en la economía circular al no depender al 100% de ellos.
- Aumenta la innovación y el surgimiento de nuevas líneas de negocio: gracias a la circularidad se abren nuevas vías donde desarrollar ideas creativas para responder a las demandas sostenibles de la sociedad.
- Mejora la reputación y la competitividad: las empresas responsables marcan la diferencia y se posibilita el acceso a nuevos grupos de interés, impactando positivamente en la imagen de marca.
- Favorece las alianzas: cada vez hay más empresas que quieren ser sostenibles y generar sinergias entre ellas resulta más sencillo.
- Mayor interacción y satisfacción de clientes y consumidores. Con la economía circular las empresas llegarán a nuevos consumidores caracterizados por tener un compromiso con la sostenibilidad.
- Facilita la adaptación a las normativas en materia de medioambiente y se evita el riesgo de sanción por incumplimiento.
- Disminuye los riesgos asociados a un elevado impacto ambiental y social. Las empresas pueden perder su licencia si se percibe que explotan de manera indebida los recursos naturales.
- La economía circular alinea los procesos operativos y la cultura empresarial con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Para los emprendedores que quieren iniciar y desarrollar un negocio circular y que lo necesitan, pueden recibir el asesoramiento y acompañamiento de SECOT.