Cómo "trillar" lo que leemos en Internet.

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
Desde que descubrí Google Reader he comenzado a cavar aún más hondo en Internet. Estoy enganchada a muchos blogs y se ha abierto ante mi un universo infinito. Leo un blog sobre bebés y maternidad en general que normalmente me suscita sentimientos contradictorios. Lo sigo leyendo porque algunos artículos son muy interesantes, en cambio otros me cabrean muchísimo. Por ese motivo no voy a dar el nombre, pues es un blog bastante conocido y, aunque no comparta las opiniones de algunos de sus editores, no veo motivo alguno para enemistarme con nadie, cada uno es libre de opinar lo que guste, no?.
El caso es que hoy he leído una de esas entradas que me cabrean profundamente y me he decidido a hablar de un tema que considero muy interesante: hasta qué punto podemos fiarnos y tomar en consideración todo lo que leemos por Internet.
Durante el embarazo entraba todos los días a buscar cosas relacionadas, por ejemplo, el desarrollo fetal semana a semana. O dudas sobre síntomas, sobre las ecografías, etc. También cotilleaba en foros, aunque nunca llegué a participar en ellos, sólo los leía.
Tener toda esta información a mi alcance era algo casi adictivo pero, también, en muchos casos, altamente perjudicial.
Os cuento mis razones:
  • Cuando a la gente le ocurre una desgracia, en muchos casos, siente una necesidad imperiosa de compartirlo con otras personas. Internet es un buen sitio para desahogarse y para encontrar gente que haya pasado por tu misma desgracia, por poco común que sea. Por eso, es muy habitual encontrarse, a la que una busca información sobre su embarazo, con historias horripilantes sobre abortos, muertes fetales, bebés nacidos muertos, partos espantosos... Cualquier embarazada medio normal que se encuentre con una información así sufrirá un shock al leerlo y, si es como yo, es decir, muy aprensiva, le entrarán los siete males. Realmente ocurren cosas malas, no lo pongo en duda, pero si una lee determinadas informaciones o determinados foros tendrá la impresión de que ocurren demasiado a menudo. Y no es así.
  • Como comenté hace poco, en Internet están teniendo muchísimo éxito los blogs y foros de personas pro-lactancia y pro-crianza por apego. Que no es que sean malos principios, en absoluto, pero llevados hasta el extremo terminan provocando en las demás madres, las que pensamos que una de cal y otra de arena, un sentimiento de culpa, de zozobra...muy desagradable. Leer este tipo de blogs y de informaciones, si no se toman con distancia, pueden hacernos sentir mal. Porque además tu los lees y no sabes, de primeras, que pertenencen a esa corriente de pensamiento. Entonces los vas leyendo y vas asumiendo su mensaje como lo más natural del mundo, cuando es, al menos, opinable. Su doctrina, aunque parece la única respetable, no es un imperativo moral. Es el ejemplo que os he puesto de la mujer que escribió en una revista que se sentía mal con la lactancia materna y la pusieron a parir.
  • La información médica que se puede leer en Internet puede servirnos de orientación, pero lo único completamente cierto será lo que nos diga nuestro profesional médico. Así que tener un ginecólogo en el que confiemos plenamente durante el embarazo es algo que considero tan vital como respirar. E igual ocurre con el pediatra. Hace poco leí un artículo que se planteaba si se debía vacunar a los bebés. Aunque bien documentado, la sola idea, en si misma, me pareció una burrada y no puede evitar pensar en el daño que podría hacer una lectura poco reflexiva de este artículo. Lo mismo ocurre con la gente que cuenta sus experiencias personales en los foros, por ejemplo, el tamaño y peso de sus bebés, el desarrollo de los mismos a través de ecografías...Hay que tener en cuenta que en un foro o en un blog, cada cual cuenta su versión de la historia y, dado que no conocemos todos los detalles, no debemos sentirnos identificados al 100% con ningún caso, porque ninguno será idéntico al nuestro.

Ahora bien, participar en blogs puede hacernos sentir más acompañadas y contar nuestra experiencia en foros puede ayudarnos a encontrar apoyo cuando a veces no lo encontramos en las personas más cercanas. Yo sigo siendo una buscadora de información incansable pero siempre hay que tomar distancia de todo lo que leemos.

Aunque nunca le comenté a mi ginecólogo lo que leía, un día, no recuerdo por qué motivo, me dijo: "...y no leas Internet!!". No puede evitar reirme, si él supiera!!!.
Desde luego, una buena idea si vamos a seguir un blog es investigar un poco sobre su "línea editorial", así podremos entender mejor su contenido y "poner en cuarentena" lo que consideremos oportuno. Si damos con otras personas cuya opinión nos resulta más cercana, podremos leer de forma más relajada.
Lo que yo veo claro es que leer opiniones diversas siempre resulta enriquecedor. El camino creo que tiene que ser: leer, formarse una opinión, tomar decisiones y ser conscuente con los principios de cada uno.