Cómo triunfar.

Publicado el 12 abril 2024 por ArÍstides

LA ENVIDIA ESTÁ FLACA PORQUE MUERDE Y NO COME F.de Quevedo

Vaya lío: vengo de una reunión de La Comunidad de Propietarios donde salen todos los demonios. No necesito aclaración, porque a buen entendedor con pocas palabras basta. Estamos en ramadán para unos o en cuaresma para otros, así que un poco de ayuno, que nos vendrá bien a todos. Lo que escribo a continuación es lo que eché en falta entre tanta patochada y descortesía. Son cosas que no cuestan nada y que son baratas; y además al alcance de todos, se supone. Por lo general, debieran ser de uso corriente en la vida cotidiana. Son como el comer porque alimentan el espíritu, nos hacen sentir bien y aplacan la fiera que llevamos dentro. Ahí van:

Pedir disculpas: el reconocer el error constituye un acto de honestidad que hace grande a la persona que las solicita. Reclamar el perdón es asumir la culpa y dar el primer paso para solventarlo. Parece fácil, pero no es habitual.

Dar las gracias: es una forma simple de hacer sentirse bien a las personas. El agradecimiento supone estar dispuesto a devolver la deuda contraída; por lo tanto, no es tan sencillo.

Pedir un favor: supone reconocer que se está en situación de necesitar, todos lo estamos. Solicitar algo supone estar dispuesto a devolverlo, no necesariamente al prestamista.

Dar una sonrisa: es llenar la vida de ilusión. Para expresar alegría solo hace falta mover 17 músculos faciales. Así que a ello y a mostrar la dentadura.

Escuchar sin interrumpir. supone prestar atención y concentrarse en lo que dice y siente quien lo comunica. Además, hay que añadir una cierta paciencia, que se puede utilizar muy bien para ordenar las ideas. Es una muestra de cortesía y de respeto.

Dar cariño: es un acto de generosidad y de acercamiento. El agasajo es una manera de demostrar el aprecio y la estima. Por lo tanto: menos balines y más abrazos, que además abrigan.

Escribir notas: como recordatorio de una presencia interesada por un tercero. El anotar las cosas aplaca el ánimo y ordena lo que se quiere expresar. La Historia comienza con la escritura, al loro.

Con estas sencillas cosas se triunfa. Su uso es un tesoro que alegra la vida. Está al alcance de todos y todos lo necesitamos. Solo hace falta actitud, la aptitud se supone; por lo demás, no cuestan un chavo y son tareas sencillas. Bueno, solo me queda darle las gracias a tanto cretino y mal educado por haberme abierto los ojos. Fin, por hoy.