Juan lleva muchos años conviviendo con el temblor de su Parkinson. Al principio le resultaba tremendamente molesto, pero aprendió a controlarlo y sobrellevarlo a través de las manualidades: sencillamente porque mientras usaba sus manos apenas temblaba...
Ahora es capaz de de hacer cualquier cosa partiendo de una cuartilla en blanco: desde el dibujo conceptual a la pintura de relleno, pasando por el recorte y la posterior construcción modeladora que, con una exactitud y precisión que asustan, acabará conformando un objeto complejo.
Un ejemplo más que viene a ilustrarnos que, las más de las veces y sobre todo cuando se trata de sobrellevar una enfermedad crónica y progresiva, el acto de la aceptación que supone el aprender a vivir con ella, casi intimando, será ingrediente básico a la hora de conformar nuestra felicidad.