¿Alguna vez se ha encontrado en medio de una situación estresante y deseó poder estar en otro lugar, como recostado en una playa tropical? Las imágenes guiadas le ayudan a usar la imaginación para llevarle a un lugar calmo y pacífico.
Puntos clave
Dada la forma en que la mente y el cuerpo están conectados, las imágenes guiadas pueden hacerle sentir que está experimentando algo con sólo imaginarlo.
Puede usar imágenes guiadas con grabaciones de audio, con un instructor o con un guión (un conjunto de instrucciones escritas) que le conduzcan a lo largo del proceso.
Con las imágenes guiadas, se utilizan todos los sentidos. Por ejemplo, si desea un entorno tropical, puede imaginar una brisa cálida sobre la piel, el azul brillante del agua, el sonido de las olas, la dulce esencia de las flores tropicales y el sabor a coco, para sentir que realmente está allí.
Imaginarse en un entorno calmo y pacífico puede ayudarle a relajarse y a aliviar el estrés.
¿Qué son las imágenes guiadas?
Las imágenes guiadas son un método que le ayuda a usar la imaginación para dirigir sus pensamientos hacia un lugar relajante o pacífico. Debido a la forma en que están conectados la mente y el cuerpo, cuando usted usa los sentidos para imaginarse un lugar, puede sentir que realmente está allí. Por ejemplo, si está imaginando una pradera por la mañana, puede sentir el aire frío y vigorizante de la mañana. Y, a medida que sale el sol, sentir la calidez en la cara. Podría ver el rocío que brilla a la luz del sol, escuchar el canto de los pájaros y oler las flores silvestres.
¿Por qué probar las imágenes guiadas?
Imaginarse en un entorno calmo y pacífico puede ayudarle a relajarse y a aliviar el estrés. Las imágenes guiadas podrían ayudarle con la sanación, el aprendizaje, la creatividad y el desempeño. También pueden ayudarle a sentir un mayor control de sus emociones y de sus pensamientos y ayudarle a mejorar su actitud, su salud y su sensación de bienestar.
¿Cómo se usan las imágenes guiadas?
Para probar las imágenes guiadas, siga estos pasos:
Busque un lugar cómodo para sentarse o recostarse. Cierre los ojos.
Comience, simplemente, respirando hondo algunas veces; esto le ayudará a relajarse.
Imagínese un entorno calmo y pacífico. Este podría ser una playa, una montaña, una pradera o un lugar que usted elija.
Imagine su lugar e intente agregar algún detalle. Por ejemplo, ¿sopla una brisa? ¿Cómo está el cielo? ¿Está despejado o hay nubes?
A menudo, resulta útil agregar un camino hacia el lugar. Por ejemplo, a medida que se adentra en la pradera, imagine un camino que le lleve a través de la pradera, hacia los árboles que están del otro lado. A medida que sigue el camino y se adentra en la pradera, se siente cada vez más relajado.
Cuando esté ubicado en su lugar y se sienta relajado, tómese algunos minutos para respirar lentamente y sentir la calma.
Cuando esté listo, comience a abandonar lentamente el lugar para regresar al presente. Dígase que se sentirá relajado y revitalizado y que llevará esa sensación de calma con usted.
Cuente hasta 3 y abra los ojos.
Podría resultarle útil tener un instructor o una grabación de audio para seguir. También puede usar un guión (un conjunto de instrucciones escritas), pero escuchar las instrucciones podría ser una mejor forma de relajarse durante el proceso.