La inmensa mayoría de bikers que ya tienen un buen número de kilómetros acumulados en las piernas utilizan de manera correcta los desarrollos de la bicicleta. Pero casi todos, cuando hemos empezado en el mundo de la mtb y nos hemos encontrado con una bicicleta con 2 o 3 platos y 9 o 10 piñones posiblemente hayamos pensado que son demasiados desarrollos y que sobran muchos de ellos.
Pues bien, es cierto que dependiendo de cómo sea la ruta que estamos haciendo no utilizaremos todos los desarrollos de la bicicleta. En rutas que sean principalmente llanas solamente utilizaremos el plato grande y no utilicemos los piñones más grandes, y sin embargo habrá rutas con muchas rampas exigentes donde iremos gran parte del tiempo con el plato pequeño y piñones altos. Y es que las bicicletas de montaña tienen tantos desarrollos para poder meternos prácticamente por cualquier tipo de terreno y pendiente.
Y es que en general, cuando estamos empezando en el mundo de la mtb lo habitual es no utilizar correctamente los cambios. Tendemos a ir siempre con los mismos desarrollos, generalmente yendo atrancados, y no utilizando todas las posibilidades que nos ofrecen para que podamos afrontar cualquier tipo de terreno de forma eficaz.
El hecho de utilizar los cambios correctamente, nos puede permitir salir de una curva más rápido, poder afrontar un tobogán, una subida con mucha pendiente o una trialera imposible.
Por ejemplo, a la hora de afrontar una trialera o una subida con una fuerte pendiente si vamos con el plato grande y no anticipamos el cambio de plato, cuando queramos cambiar al plato pequeño la cadena irá demasiado tensa y no nos entrará el plato pequeño, por lo que al final subiremos atrancados o no podremos superar la subida. Por ello es muy importante la anticipación, y cambiar al plato pequeño antes de empezar a subir la trialera o la pendiente pronunciada. Una vez con el plato pequeño metido lo único que tendremos que hacer es jugar con los piñones en función de la pendiente. Es importante ir jugando con los piñones y no cambiar a un plato más grande hasta que no veamos que el terreno nos lo permite, ya que podemos encontrarnos otro repecho con mucha pendiente y nos atrancaremos.
Como hemos comentado anteriormente, un manejo adecuado de los desarrollos también nos puede permitir salir con más velocidad de una curva. Imaginemos que vamos bajando o llaneando con una velocidad considerable y con un desarrollo fuerte metido. Si vemos una curva en la que inevitablemente vamos a tener que frenar, si continuamos con el mismo desarrollo, a la hora de salir de la curva nos quedaremos atrancados y nos costará mucho esfuerzo volver a lanzar la bicicleta. Por ello, al igual que en el caso de las trialeras y subidas es importante la anticipación. Tendremos que subir unos cuantos piñones para que podamos salir de la curva con más facilidad y por lo tanto más deprisa y sin atrancarnos. El número de piñones a subir dependerá de la curva que vamos a afrontar, cuanto más cerrada sea la curva más tendremos que frenar para poder tomarla y por lo tanto perderemos más velocidad, por lo que habrá que subir 4 o 5 piñones. Si la curva es más abierta, con subir 2 o 3 piñones puede ser suficiente.
Por último, para poder afrontar un tobogán lo ideal es aprovechar nuestra propia inercia y afrontarlo en principio con un desarrollo largo. En este caso no es recomendable subir piñones con antelación porque pedalearemos en vacío o podemos perder el equilibrio. Lo ideal es lanzarse con un desarrollo alto, y cuando estemos afrontando la subida del tobogán y vemos que la bicicleta va perdiendo inercia, cambiar de plato con suavidad para no pedalear en vacío y jugar con los piñones hasta encontrar el desarrollo correcto. Puede ser que el tobogán no sea muy largo y no haga falta cambiar los desarrollos, sino que con un desarrollo largo y la propia inercia lo subimos sin problemas.
En conclusión, el correcto manejo de los desarrollos en la bicicleta de montaña nos hará poder afrontar casi todo tipo de terrenos, ya que las mtb’s están preparadas para ello.