Si se va a utilizar una pera de goma para limpiar las mucosidades del bebé, su boca o para limpiar el preparado de los lactantes, si se utiliza para el resfriado o estornudo del bebé, es importante tenerla cerca en cualquier momento que se pueda necesitar, especialmente como se alimenta.
Se debe limpiar la boca, y después la nariz, para evitar que se atragante, empezando antes por la boca.
Para utilizar la pera de goma, se debe presionar el aspirador dejando que se colapse generando un vacío, se coloca suavemente en el orificio nasal y se suelta lo más rápido posible para aspirar la mucosidad, o para lo que se necesite.
Después se quita la pera de goma y se presiona el aspirador dentro de un pañuelo para que desaparezca todo. Se debe hacer lo mismo con el otro orificio nasal para rematar la tarea, aunque no sin antes limpiarlo. E incluso en la boca si se necesita.
En caso de hacerlo para limpiar la nariz en un resfriado o situación similar, el bebé sigue congestionado pasado unos minutos, se puede aplicar otras gotas salinas y se aspira. Y si es algo importante se puede consultar con el médico.
Limpiar la pera de goma es sencillo, basta con hacerlo con agua tibia y jabón todos los días y tras cada uso, sin olvidar el interior del aspirador presionando mientras se sumerge en el agua, y enjuagarla en agua caliente limpia. Hay que tener en cuenta la importancia de su limpieza porque si la pera de goma se encuentra sucia puede dar lugar a infecciones en el bebé.
Y ahora que ya sabes cómo hacerlo, no olvides la pera de goma para cuando la necesites y recuerda nuestros consejos.
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