Cómo Vencer A La Ansiedad, La Depresión Y Los Ataques De Pánico

Publicado el 05 enero 2019 por Carlosgu82

Hola ¿Cómo estás? Yo bien por suerte. Si estás leyendo esto es probable que sufras de episodios de ansiedad, estés pasando por un cuadro depresivo o tengas recurrentes ataques de pánico. Bien, ahora voy a decirte una cosa muy importante, y eso es que te relajes, al menos mientras lees este artículo. Acomodate en tu silla, en tu cama o donde sea que estés y lee tranquilamente todo lo que te voy a decir. Te podes quedar tranquilo o tranquila sabiendo que sea lo que sea que sufras, tiene solución y este artículo va a ayudarte en ello ¿Bien? Perfecto, empecemos.

Antes que nada, hablemos un poco de los síntomas. Si bien la ansiedad, la depresión y los ataques de pánico no son lo mismo en sí, pueden aparecer juntos y en varios casos suelen hacerlo ¿Qué es lo que sentimos los que sufrimos alguna vez de estas condiciones? Sentimos una serie de sensaciones desagradables. Nos falta el aire, sentimos un constante mareo y aturdimiento, entramos en pánico y queremos irnos urgentemente a un lugar seguro (Nuestra casa, nuestra cama etc). Sentimos que en cualquier momento vamos a perder el control, que vamos a vomitar, nos vamos a desmayar, que algo malo nos va a ocurrir. Sentimos miedo, miedo de pasar vergüenza o de que las personas nos vean raro, pero más que nada, sentimos que estamos perdiendo el control. Algunos agarran miedo a lugares cerrados, otros a las multitudes de personas, otros a lugares determinados etc. Se manifiesta de distintas maneras. Ahora bien, voy a contarte mi experiencia personal.

Yo sufrí un colapso nervioso agudo cuando tenía 18, fue repentino, de la nada, una noche en un bar y cambió mi vida por completo. Sufrí una fuerte ansiedad que me condujo a una profunda depresión. Físicamente me desplomé por completo, dejé de comer y en solo dos meses perdí tanto peso que llegué a pesar 47 kilos (mido 1,72) me volví escuálido, lloraba todas las noches y no podía salir ni siquiera a la esquina de mi casa a comprar el pan, literalmente. Estuve medicado mucho tiempo, sin embargo, yo mismo supe superar todos esos miedos que eran tan fuertes, que en un momento dado me hicieron pensar que mi vida se había terminado, que me había roto y no volvería a ser el mismo jamás. Hoy voy a darte una serie de consejos para que puedas sobrellevar todos estos males, que al final verás, no son reales.

Antes de seguir, debo aclararte algo. Esto no es un artículo de autoayuda en el que voy  a mentirte y decirte que todo se va a solucionar en un abrir y cerrar de ojos, no, desgraciadamente vengo a decirte la verdad y la verdad a veces es más dura de lo que nos gustaría. Una de esas verdades es que esto no es como la gripe o la angina, no es que vamos a tomar unos medicamentos, vamos a hacer reposo y todo desaparecerá. La ansiedad va a estar con nosotros para toda la vida al igual que los otros sentimientos desagradables. Pero antes de que te desanimes, pensa que esto es lógico, ya que estas sensaciones no son nuevas, sino

que se han desbocado. Cuando estamos por abrir un regalo de navidad y no sabemos que es, lo que sentimos en ansiedad, cuando vamos por la calle y vemos a un perrito que fue arrollado por un auto, sentimos tristeza. Cuando vamos a conocer por primera vez a los padres de nuestra pareja, sentimos nervios, cuando escuchamos un ruido en casa a la noche, sentimos miedo, todo el mundo los siente. Lo que ha pasado en nuestra cabeza ahora, es que esas sensaciones se han salido del eje y se manifiestan desmedidamente. Por eso esto no se cura, se controla, porque no podemos borrar esos sentimientos que son naturales en una persona. Pero si podemos buscar la razón de por qué se están manifestando de esta manera y volver a poner todo en su lugar.

La razón de que nuestros nervios y miedos se hayan salido de sus cabales, radica casi siempre en una misma razón. Eso es que hemos creado un fantasma que no existe, le hemos agarrado miedo al miedo ¿Qué quiero decir? Por ejemplo, estamos por dar un examen y sentimos que algo malo va a pasar, que nos vamos a desmayar, que vamos a vomitar, que vamos a llorar, que vamos a perder el control, no sabemos qué precisamente pero sentimos que algo malo nos va a pasar y ese miedo se va acrecentando. Ahora bien, nada malo va a pasar, no te asustes. Si te pones un segundito a pensar, estas teniendo miedo de tu miedo mismo, estas teniendo miedo de tus pensamientos y tus pensamientos no son reales, solo están en tu cabeza. No vas a vomitar, no te vas a desmayar, no te vas a morir, no te va a pasar nada, porque la ansiedad está en tu cabeza, no en tu estómago ni en en tus intestinos ni en tu corazón. Puedes desmayarte por la glucosa baja, por deshidratación o por un golpe, pero no te vas a desmayar por ansiedad nunca, tranquilo que por más que lo sientas no va a pasar jamás. Lo mismo con los demás sentimientos desagradables, nada va a pasar, solo vas a sentir ese miedo pero ese miedo no te va a hacer nada más que incomodarte. No confundir, que los estados de nervios continuos si pueden ocasionar males físicos, pero no como crees. Te pueden generar úlceras, forúnculos, anemia (por mala alimentación) pérdida de pelo etc, pero en algunos casos. Por eso es mejor aprender a sobrellevarlo cuanto antes.

Tenes que saber que no te va a pasar nada, mientras te mantengas saludable, la ansiedad y los nervios no te van a hacer perder el control ni nada por el estilo, ese es el miedo irracional que creamos. Come bien, evita perder peso, hace ejercicio y, fundamentalmente, no te dejes estar. No te quedes en cama, no te quedes en tu casa ya que el aislamiento conduce a la depresión (a cualquier persona). Es crucial que te mantengas ocupado, estudiando, trabajando, que estés en contacto con otras personas, pero nunca estar solo sin nada que hacer porque es allí cuando uno empieza a pensar demás y eso es leña para el fuego, eso va a potenciar el miedo irracional y nos va a colocar en una zona de confort en la que nos sentimos a gusto solos. Por ende, va a ser cada más difícil salir, ver a otra gente, salir, trabjar etc.

Por el contrario, mientras más salgamos, mientras más gente veamos y mientras más actividades hagamos, estos miedos van a ir desapareciendo. No te confundas, porque si tu caso es grave (como fue el mío) estarás pensando “Pero si no puedo hacer actividades, ese es precisamente el problema, la ansiedad me dificulta todo”. Jamás dije que esto fuera fácil, que existiera una solución mágica, no, a mi me costó mucho tiempo superarlo por primera vez, pero desde que lo superé nunca volví a caer en lo mismo. Como te dije, esto no desaparece, aprende a controlarse. Es lógico que en periodos de mucho estrés como exámenes, trabajo atareado o problemas familiares, los nervios, el mal humor y la inseguridad reaparezcan. Pero ¡Ey! eso le pasa a todo el mundo, no solo a vos.

Como te dije antes, esto es un proceso que a algunos les costará más tiempo, a otros menos. Yo particularmente pude superar parcialmente estos síntomas en un año. Con mucha predisposición inclusive llegué a completar todas mis responsabilidades en ese año. Pero acordate, nunca desaparecieron, volví a experimentarlos en momentos de alto estrés otras ocasiones, pero nunca ¡Nunca! desde entonces, volvieron a ser iguales, nunca volvieron a ser igual de fuertes, algunas veces fueron casi imperceptibles. Por otro lado, cuando paso por periodos tranquilos, no los tengo para nada, ni siquiera me acuerdo de ellos.

En resumidas cuentas, el proceso al que tenes que apuntar para superar tu ansiedad consta de tres fases. La primera, darte cuenta de que esto se supera, tiene solución, vas a tener que poner mucho de vos pero una vez superado vas a ser inclusive más fuerte que antes. La segunda es meterse en la cabeza que por más fuerte que sean los sentimientos que tengamos, no nos va a pasar nada, los nervios están en la mente, no es una enfermedad que está en nuestro cuerpo como un virus. Y tercero, perderle miedo al miedo, darse cuenta que todas esas inseguridades las creamos nosotros mismos, no existen, son irreales, son un autoboicot que generamos  nosotros mismos y que sin ese miedo irracional, no hay nervios, pánico ni depresión. Durante el proceso lo más importante es tener coraje, fuerza y estar decididos a nunca dejarse superar. Si un día te caes, no importa, te levantas al siguiente y salí, salí a hacer tus cosas y no dejes que la ansiedad te impida nada. No importa como completes tus responsabilidades, pero completalas.

 Cada éxito te va a ir abriendo los ojos para mostrarte que nunca pasó nada, nunca hubo por qué temer y cuando menos te des cuenta, vas a estar disfrutando de lo hermoso de la vida nuevamente, preocupándote por lo que hay que preocuparse y no dándole importancia a lo que no tiene importancia.

Como último punto, este proceso es la única forma de superar la ansiedad, el pánico y la depresión, pero la confianza necesaria para ello es algo que variará de persona a persona. Con esto quiero decir que no todos la superan de la misma manera. Algunos la superan solos, otros toman clases de yoga y técnicas de relajación corporal que les sirven bastante, otros sienten que la medicación los ayuda más, pero  estas son solo herramientas para alcanzar el mismo fin, que es superar ese miedo irracional, no son las soluciones a secas.

Bien ¿Disfrutaste del artículo? Espero que si ¿Te acordas que te dije que te relajes? Bueno, intenta mantener esa relajación, si es de noche te aconsejo que tomes un té de tilo, pongas alguna canción que te guste y te recostes, a mi me ayuda a dormir tranquilo. Si es de día y está frío, podrías invitar a un amigo a tomar un café y si está soleado ¿Qué esperas? Salí a tomar un poco de aire, sea lo que sea que hagas hacelo, no dejes que nada te frene, si te sentís mal acordate que es solo tu mente y que con cada éxito, cada día que venzas a la ansiedad, vas a estar un escalón más cerca de superarla por completo. ¡Abrazo!