Cómo ver 36 especies al lado de tu instituto y gozar para contarlo

Por Aver Aves @AverAves

“Tan blanca”, “con el cuello en forma de 2″… Alumnas y alumnos se sorprenden ante la presencia, muy cerquita de su instituto, de la garceta común.

Javier Rico

Y podrían ser más porque nos queda una ruta de las cuatro que realizamos estos días con estudiantes de primero de secundaria del instituto El Espinillo de Villaverde, en Madrid. En las tres primeras hemos anotado en total 36 especies identificadas, con una media de 26 por salida. Lógicamente, ni alumnos ni profes se esperaban que al lado del centro, y de sus casas, viéramos milanos negros y reales, garcetas comunes o currucas capirotadas y cabecinegras. Ahora ven y entienden de otra manera a ese parque de toda la vida que creían conocer.

Hemos comenzado marzo con fuerza; nada menos que con ocho salidas (cuatro de ellas aún pendientes) repartidas entre dos institutos, IES El Espinillo del distrito de Villaverde e IES Ítaca de Alcorcón; y una asociación, Barrio Vivo de Algete. Si sumamos al vencejo pálido, lavandera blanca, pardillo común, ánade friso, cuchara común y porrón común de la salida con esta última llegamos a las 42 especies en cuatro salidas.

Es cierto que estamos en uno de los mejores momentos para la observación ornitológica urbana. Todavía siguen aquí especies invernantes como gaviotas, cormoranes y algunas aves acuáticas y ya han llegado estivales como golondrinas, aviones, vencejos o milanos negros. Pero también es cierto que hay que salir a buscarlas, sentirlas y conocerlas.

Emociona ver cómo anotan especies en su primer cuaderno de campo

El instituto El Espinillo es el primer curso que se apunta a nuestras excursiones y a tenor del sentir general (“es como visitar por primera vez este parque”) parece que ha calado la sensación de descubrir y disfrutar. Tienen dos entornos privilegiados: el parque del mismo nombre que rodea al centro y el cauce del río Manzanares.

Como siempre, eso de identificar diecisiete especies de aves pegados a la valla del instituto, cuando hasta ahora pensaban que solo había gorriones, palomas, urracas y “esos loros verdes que chillan tanto” (cotorras argentinas), otorga un plus de emoción e interés que hace que entiendan mejor la función de la naturaleza que estudian en los libros y en el aula y que debemos respetar.

Fachadas acristaladas que reflejan la imagen del parque, mal asunto para las aves

Porque, además de naturaleza, hablamos de medio ambiente. En el recorrido nos encontramos talas de árboles, nidos gigantescos de cotorras argentinas que asfixian a los cedros, edificios acristalados poco amigables para las aves al provocar que se estrellen contra ellos y la invasión de las orillas del río Manzanares con paseos, áreas recreativas, aparcamientos para coches y estaciones de bombeo de gas.

Pero para invasión e impacto en el medio, el que Barrio Vivo de Algete intenta corregir e incluso eliminar en las orillas del río Jarama a su paso por esta localidad del norte de Madrid. Desde hace varios años se han propuesto que el entorno de las lagunas de los sotos de Las Huelgas y La Heredad de la Torre quede libre de residuos y de la posibilidad de que acabe convertido en un campo de golf.

Observación de aves acuáticas con Barrio Vivo en el entorno del río Jarama

Gracias a su presión y a las tareas de limpieza han conseguido que se paralice este sinsentido, entre otras razones porque a cien metros ya hay un campo de golf. Y además, para aquellas personas que no auguran futuro ni viabilidad económica a un espacio en el que no medie una alteración brutal de su hábitat natural, demuestran que alberga paseos naturalistas muy productivos.

No es la primera vez que realizamos rutas con Barrio Vivo. Entre todas es posible que hayamos superado las cincuenta especies identificadas, pero Nicolás Pinedo, gran conocedor de este terreno y monitor habitual de Aver Aves cuando lo recorremos, lleva contabilizadas más de cien.

Composición de Barrio Vivo tras avistar un milano real y mostrarlo en la guía de campo

La última salida con ellos estaba enmarcada en el proyecto Libera, emprendido por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y por Ecoembes, que pretende visibilizar, denunciar y restaurar el daño que supone el abandono de residuos en la naturaleza, especialmente plásticos. De alguna manera, el milano real, el ánade friso y el vencejo pálido que vimos nos “piaron” las gracias por trabajos como los de Barrio Vivo.

Infórmate sobre nuestras rutas para colegios, institutos y ampas por parques y jardines de la Comunidad de Madrid.

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