Creo que ya lo he mencionado en otro artículo; aún así lo repetiré. Embarcar en cualquiera de las naves que las compañías de cruceros tienen en el mercado es como adentrarse en el hall de un hotel de cinco estrellas. A las pocas horas observarás que las cinco estrellas se amplían más allá del hall de entrada y, en consecuencia, tus comportamientos (en el que yo incluyo la vestimenta) se acomodaran a la vida de a bordo.
¿Qué otra ropa o prendas debo llevar?
Lo que no debes de hacer es engordar tu maleta con toallas, sean de tocador o de baño, ni por supuesto las de piscina. Todas estas estarán a tu disposición bien en el camarote o en la cubierta de piscina, totalmente gratuitas aunque controladas. Según que compañías y camarote seleccionado también es posible que encuentres a tu disposición albornoces. No se trata de ninguna prenda de vestir, pero aprovecho también para indicarlo: ¡no es necesario que te lleves el secador de pelo!.
Para la tarde/noche, además de lo indicado anteriormente, serás tú el que decidas tu forma de combinar prendas en cada uno de los días al objeto de que tu maleta pese lo menos posible. Al contrario que con las compañías aéreas no existe límite de kilos, pero tampoco es necesario llevar cosas que después no vas a utilizar; eso sí, un par de bañadores nunca viene mal. ¿Y los zapatos?.