Este curioso título lo deja el usuario de un foro, y bien podría servir para resumir el malestar de quienes utilizan a diario la carretera comarcal 627 para acudir al médico o al supermercado de las villas más próximas. Me rio porque me viene como anillo al dedo la pregunta que hace otro internauta que quiere conocernos: "A parte de la distancia, ¿necesitaría instrucciones de conducción por la carretera?".
En 2010, que ya ha llovido, y que me sirve para recordarle al señor Palomero, lo equivocado que estaba con respecto a la conclusión de las obras de mejora de esta vía, el presidente de la Comunidad en una visita relámpago aseguró que "la inversión sería importante" y "la licitación se produciría antes de que concluyera el año".
Juan Vicente Herrera hizo alusión, además, a la firma de un convenio de colaboración con el Gobierno de Cantabria para que los habitantes del norte palentino utilizasen el hospital de Reinosa. Todo se quedó en pequeños conatos e intenciones. El dinero se fue para otra causa.
El año 2013, la Junta adjudicó en 10,1 millones de euros el proyecto con el que se intervendría en 29 kilómetros de la vía. La duración estimada para ejecutar la citada obra sería de 39 meses. "Actuación muy demandada en la comarca norteña", se cansaron de prometer y prometer, para caer después en el olvido.
En 2016, el consejero actual de Fomento, promete sendas actuaciones en varias carreteras, entre ellas, la eterna comarcal 627. La señora Armisén, de la Diputación provincial, actúa como testigo y señala la importancia de esta carretera para el turismo y para la gente que vive aquí. Todo esto viene a demostrar que les importamos un carajo.
Aunque procuraré matizarlo en un próximo artículo, voy a resumir en tres la situación que padecemos:
Uno, que la palabra ya no vale nada; dos, que los cargos públicos echan de vez en cuando flores al viento, porque saben el atraso que esta situación nos está generando en todos los aspectos. Y tres, que no cabe duda que algún año lo harán, nos imaginamos, pero ya nos habremos muerto todos los que tantas veces anduvimos por ella, porque era el paso de carretera más importante entre Cantabria y Palencia, porque no había otra, porque no teníamos más remedio.