¿Cómo volver tras un bloqueo o parón?

Por Pegotiblog

Vuelvo a aparecer por este rincón, tras varias semanas alejada. Lo necesitaba, necesitaba poner mi mente a cero. Y descansar, aunque de eso he tenido poco, para qué mentir.

Múltiples planes e ideas que quería (quiero) realizar, mezclados con meses de parones forzados, debidos a encadenar ya-no-sé-cuántos virus de guardería, que hacían que cada vez que arrancaba volviese a parar en seco y reajustar todo, además de toda la tensión y agotamiento causado por una pandemia que parece que aún durará largo, hicieron que mi cabeza y cuerpo dijeran: hasta aquí

Me pasaba semanas poniendo las mismas tareas en mi planner y las trasladaba, a las siguientes, sin siquiera empezarlas. Y no es que fuera muy ambiciosa precisamente con la cantidad de tareas que planteaba, es que no lograba sacar nada de tiempo, por priorizar el cuidado de Julia, o los cambios de horario del trabajo, simplemente estaba enferma yo y no conseguía centrarme en nada. Me sentía frustrada

Muchas veces nos podemos sentir desbordadas por nuestra lista de tareas, quizás porque nos ponemos expectativas demasiado altas (de nuestro tiempo disponible, nuestras capacidades, etc) y nos sobre-esforzamos para conseguir más y más y más, dejando de lado nuestro bienestar. 

Y en ese momento, es mejor parar. Pero si te pasa, no te preocupes ni te sientes mal. Le pasa a todo el mundo, incluso a esas personas que más admiras y tienen más éxito. Todos somos humanos, tenemos nuestros límites y encontramos baches en el camino. Todos. La clave está en volver saber a tu camino, a tu rutina, tan pronto como sea posible. Y el tener hábitos bien desarrollados facilita el trabajo. 

¿Cómo puedes volver a tu rutina?

  • suave contigo misma. No te fustigues por fallar, o necesitar parar. Perdónate. Has pasado un mal momento, pero estás intentando retomar tu vida y tu control. Y aunque a veces hace falta tiempo y perspectiva, quizás incluso has podido sacar algún aprendizaje. 
  • Analiza qué ha desencadenado ese bloqueo o parón: ¿ha sido algo que puedas corregir o evitar? ¿O ha sido algo externo a ti, y que no depende de lo mucho que te esfuerces (como una enfermedad)? Si depende de ti, quizás sea que tu objetivo fuese demasiado ambicioso o no estaba bien definido, y te has sentido sobrepasada. O el ritmo que querías llevar era demás alto y necesitas simplificar. Quizás puedas tener una idea, una creencia que te está limitando (por ponerte un ejemplo, no paras de decirte que eres desordenada, y entonces no priorizas nunca el dedicar tiempo a recoger, por mucho que quieras, porque va contra tu identidad
  • ¿Necesitarías más motivación? Puedes buscar un poco de motivación externa, a mi por ejemplo me funciona ver lo que publican otras personas que admiro, me doy una buena tanda de ver lo que hacen y muchas veces termino sintiendo que quiero imitar eso que acabo de ver, y vuelvo a sentirme motivada. Otra forma es tener muy presente porqué quieres hacerlo, la razón final. Ponértela a la vista como recordatorio en ese caso podría ser una buena idea. 
  • Pide ayuda, por mucho que te cueste. Ostras! Es que a veces nos empeñamos en hacerlo todo solas,  nos han metido en la cabeza que tenemos que conseguir X forma de éxito, talla o nivel de actividad, y es un error. No todos estamos hechos por el mismo patrón, ni los mismos valores, ni nuestra realidad es la misma. Y a veces, cuanto más hundidas o bajas de ánimo nos sentimos, más nos cuesta pedir ayuda. Y muchas veces esa mano amiga no nos damos cuenta de todo lo que nos puede ayudar. Quizás sea en tiempo (en mi caso, cubriéndome x horas para que pueda hacer cosas) o una ayuda a ser más constante (organizándote, con un profesional - como un nutricionista o un entrenador para un plan de ejercicios) o ayuda médica si tienes depresión o ansiedad… 
  • Descansa. Aléjate del estrés una temporada. Busca el método que mejor te funcione, pero hazlo. Necesitas recargar pilas, si no, es imposible ponerse en marcha. El aire fresco o un cambio de aires, aunque sea por un rato, sienta genial, es como un pequeño reseteo. 
  • Revisa tu planificación y listas de tareas, y ajusta lo que necesites para volver a empezar. Cada día es una nueva oportunidad (por mucho que esta frase suene a Mr. Wonderful) y nunca es demasiado tarde para empezar (bueno, esto aplica a casi todo…pero si) 
  • Empieza pequeño. Para mí es una de las grandes claves. Quizás todavía te sientas dentro de ese bloqueo o sigas convaleciente y retomar tu vida al 100% quizás sea mala idea, ya que puedes volver a quemarte antes de recuperarte del todo. Empieza poco a poco, como cuando le haces el rodaje al coche. Si es un parón de salud, quizás empezar con salir de casa a dar un paseo o hacer estiramientos te siente bien, si es un bloqueo mental, dedicar un rato a alguna actividad creativa (cómo pintar, leer…) te relaje. Si es un atracón de tareas, selecciona sólo uno, el más fácil de realizar (el ver como lo cumples te dará un pequeño empujón para seguir adelante) 
  • Pon límites, para evitar que vuelva a ocurrir, dentro de lo que sea posible (obviamente, que la vida pasa y da sorpresas). Empieza por conocer cuáles son tus límites, y aprende a decir que no a aquellos planes que no te permiten respetar esos límites (por supuesto, hay excepciones, como urgencias médicas, familiares, o incluso puntuales de trabajo, que no puedes dejar de atender, y de los que tendrás que usar tu flexibilidad) pero el resto del tiempo, si no pones límites, sólo conseguirás volver a sobrecargarte, y volverás a quemarte.  
  • Pon tu foco más pequeño todavía y olvídate del multitasking (hacer varias tareas a la vez). Reduce tu lista de tareas pendientes, y pon tu atención en aquella tarea que estés realizando en este momento, para asegurarte que la terminas (o avanzas). No en la que vas a hacer después, ni en la que has dejado de hacer hace un rato, en la presente. Si te vienen a la cabeza otras tareas e ideas, que te están rondando, toma nota de ellas en algún sitio (tu planner, una app de notas... lo que más uses) y cuando termines con tu lista podrás dedicarte a organizar esas ideas.   
  • Trabaja en construir hábitos, en vez de simplemente acumular tareas. A la larga, te será más fácil dar los pasos que necesitas para alcanzar tus metas. Dale un tiempo y espacio específico en tu semana (por ejemplo, yo leo un rato antes de irme a dormir, para desconectar). En momentos de crisis, si ya tienes el hábito incorporado, te costará más abandonarlo del todo. Incluso puedes considerar hacer en modo mini (con el ejemplo de leer, suelo dedicarle media hora, aproximadamente. Si es un mal día, me planteo leer dos hojas. Lo difícil es dar ese primer paso, muchas veces si consigo leer dos hojas, luego me resulta sencillo continuar leyendo. Y los días que es imposible, bueno, ¡pues al menos he leído dos hojas! menos es nada...). Como dice James Clear (autor de hábitos atómicos, libro que por cierto te recomiendo), de forma individual, esos pequeños pasos no significan nada, todo su poder está en el efecto acumulado de miles de pequeños pasos. Lo importante es coger la costumbre, seguir día tras día, unos mejor, otros más suave, pero con constancia e ir acumulando para el largo plazo. 
  • Olvídate del perfeccionismo, que te puede paralizar. Muchas veces podemos pensar que si no va a salir perfecto, tal como lo imaginamos, ¿para qué nos molestamos siquiera en intentarlo? Hazlo, de cualquier forma. La perfección requiere mucha, mucha práctica (mira por ejemplo los grandes atletas de los Juegos Olímpicos, que entrenan tantas horas al día, para lograr ese record o ese primer puesto).  A lo mejor tú quieres empezar a correr pero sería una locura compararte con Usain Bolt ¿no crees? Empieza pequeño. Quizás empezar corriendo alrededor de tu manzana, una vez a la semana, te resulte más motivador y sobre todo, alcanzable. Y cuando veas que lo logras, aumentas el reto (más distancia, más velocidad o más tiempo)
  • Prepara tu entorno para tu éxito. Imagínate que quieres comer más saludable pero tienes la nevera llena de platos precocinados y comida rápida. O quieres concentrarte trabajando pero tu móvil no para de sonar con whatsapp o alertas de redes sociales. Trabaja en que tu entorno te ayude a tomar siempre la decisión que quieres tomar. Empieza a comprar comida saludable, que sea lo que está disponible cuando te apetezca un picoteo. O pon tu móvil en modo avión (o simplemente en silencio o lejos de la vista) cuando estés trabajando, para que no te distraigan esas notificaciones. 

¿Qué estoy haciendo yo?

Como sabes, estoy usando actualmente el Passion Planner - modelo Elite Black, Weekly y Undated (semanal, en blanco) [Ver aquí] y todas las semanas uso el espacio de la lista de tareas para crear una serie de temas personales y de trabajo (en este caso lo uso para el blog y temas de crecimiento personal en los que estoy trabajando actualmente). Son temas sin fecha concreta. 
Luego, en la parte superior, que viene desglose por hora, para cada día, incluyo una pequeña lista de tareas para esa jornada, en la que añado primero las citas inamovibles (médicos, reuniones, etc) + alguna de las tareas de la lista de debajo (que elijo según tenga el día y lo prioritarias que sean). Me adapto a mi energía y disponibilidad.  

Ejemplo de semana "relativamente productiva"


Ejemplo de semana "con parón" por enfermedad


Esta forma flexible me permite adaptarte a esos días en los que tengo que parar, por estar enferma o por que surge algún problema de última hora. 
En las páginas finales del planner, tengo mis listados maestros, donde vacío todas aquellas ideas que me puedan ir surgiendo de cosas para hacer. Es mi lista de opciones. 

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