El hábitat original del colirrojo tizón es el constituido por las zonas rocosas y desprotegidas, tanto en la montaña como en los acantilados costeros, donde es una de las especies más frecuentes. Pero este pájaro se ha adaptado también a vivir entre los edificios, en el interior de pueblos y ciudades, en algunos casos en lugares donde ninguna otra especie puede subsistir.
Si lo pensamos bien estos dos enclaves donde habita, tanto el natural como el adaptado, guardan bastantes similitudes. Paredes verticales, zonas desnudas, existencia de huecos y fisuras...sin duda el colirrojo tizón es un especialista en la búsqueda de alimento en condiciones difíciles.
Si estamos asomados a las ventanas es raro que tarde o temprano no lo sorprendamos merodeando a nuestro alrededor, siempre inquieto en busca de comida, en muros, tejas o en el hueco de cualquier pared. Sorprenderemos también su silueta posado en las antenas de los tejados, y en ocasiones emitiendo su particular e inconfundible canto. En esta época se observan sobre todo los machos, como éste de las fotografías que habita cerca de mi casa, ya que la hembra se encuentra ya en plena incubación.