Como ya os contaba hace unos días, fue otra mamá la que me recomendó en el parque usar Arnidol para aliviar y mejorar los golpes de los niños. Desde ese día la barrita mágica es un indispensable de nuestra familia, ya que no solo la usa mi Peque, sino todos. De hecho, he de confesaros que casi la uso yo más que él.
El boca a boca me ha permitido no solamente conocer Arnidol, sino mejorar su uso. Cuando el otro día os contaba mi experiencia con este producto, me las daba yo de resabidilla, y muy lejos de la realidad. Muchas de las que comentánteis me enseñásteis nuevos usos, y he querido resumirlos para que todas podamos aplicarlos, porque son muy interesantes:
-Para las picaduras de los mosquitos. ¡¡Cómo no se me había ocurrido!! Si la árnica y el harpagofito, sus componentes, son antiinflamatorios y con grandes propiedades calmantes, también van de perlas para aliviar esos horribles granos con picor e incluso dolor. Mi hijo, pobre, es llegar a la playa, y ahí están listos los mosquitos asesinos para acribillarle. Ponemos enseguida los enchufes de insecticida (lo único que nos ha funcionado hasta el momento), pero alguno siempre resiste y los picotazos son de órdago. Así que para este verano, un nuevo uso que le vamos a dar a la barrita mágica.
-Dolores de articulaciones y para evitar moratones. Este consejo viene de una bloguera que no es madre, pero que lo usa recomendado por otra amiga que practica escalada. Yo que siempre le encuentro aplicación para los nenes, pensaba que muchas veces los niños refieren dolor en las rodillas, en los pies, incluso en las cáderas. Mi madre siempre me ha dicho que son dolores de crecimiento. Honestamente pensaba que eran cuentos chinos. Mi hermana sí los tuvo, y ella me cuenta lo mucho que le dolían las rodillas, dolores que no fueron a más. Mi hijo también los tiene a veces, así que de la próxima, lo utilizaré y os contaré cómo le va. Para los moratones es cierto que va bien, yo soy muy propensa a tenerlos tras cualquier mínimo golpe. Y si me doy Arnidol, los evito. Y ahora en verano, que llevamos menos ropa, un cardenal queda feísimo.
- Ronchas rojitas o roces del pañal. ¡¡Menudo consejo!!. Siempre que no haya heridita, parece que va bien, así lo ha contado otra amiga bloguera. Pero claro, si una lee acerca de los beneficios de las plantas que lo componen, te das cuenta que sirve para muchísimas cosas, mucho más allá de los típicos chichones o golpes.
- Y por último, otra blogger me hablaba que ella, que trabaja en una escuela infantil, lo tenían siempre a mano. La pasada semana mi hijo salió del cole con un golpe feísimo en el pómulo. El recreo, los niños mayores, ya se sabe. Le hablé a su profesora de Arnidol, pero no lo conocía. Y aunque se lo apliqué nada más salir de clase, le quedó una leve inflamación. Si se lo hubieran dado nada más recibir el golpe, no hubiera quedado ni rastro. Así que al día siguiente le llevé una barrita a su profesora. Le expliqué sus usos y quedó muy contenta. Espero que para el próximo golpe, mi hijo (y sus compañeros) ya salgan con Arnidol puesto.
Así que amigas mías mil gracias por vuestros sabios consejos y por compartir lo que sabéis. Está claro que entre madres es como mejor aprendemos.