Reconozco que me gusta la soledad, soy un gato. A pesar de que en mi vida hay cantidad de personas y me encanta conocer gente nueva e interesante. Pero es verdad que hay épocas para todo, para estar sólo conmigomismo y otras para disfrutar de la mejor compañía! Conozco pocas personas que mantengan ese equilibrio en su vida. Hay personas que huyen de su soledad rodeándose continuamente de personas. Hay personas que huyen de las otras personas y se refugian en su soledad…
En mi vida hoy no cabe cualquiera y, en cambio, cada uno tiene su lugar. Quien merece estar en mi vida por derecho propio, si quiere, lo está. Hoy en mi vida solo quiero personas que me aporten riqueza y bienestar! Riqueza personal y espiritual! Bienestar físico, mental y emocional! Los demás, los que se soportan poco a ellos mismos, los que la vida les da igual, hoy no son bien recibidos en mi vida, aunque con ellos a veces sea incluso sea cordial…
Para poder compartir la vida con alguien, uno antes debe ser capaz de compartir la vida consigo mismo. Al fin y al cabo, cada uno de nosotros lleva una sombra de sí mismo permanentemente a cuestas. Llevo muchos años con ella y hoy es una amiga fiel! No hay dos “migueles” como muchos años hubo, uno dentro y otro fuera, sino uno que se basta y se sobra sólo y que, cuando comparte la vida por amor, comparte incluso su mejor soledad! La soledad es el más preciado tesoro que tengo y no la regalo facilmente, ni a cualquiera, ni siquiera en cualquier momento. A otras personas sí les regalo mi buena compañía, mi saber estar y mi mejor buen humor!
Para regalar mi soledad por amor a quien amo, primero debo ser consciente de que es lo más importante que tengo en mi vida y luego tener el valor de compartirla, también con amor. Seguramente no pasa más de una vez en la vida! Con mi soledad regalo lo que realmente siento, todo lo que soy, todo lo que he soñado ser y vivir y toda mi vida! ¿Se puede dar más en esta vida a quien realmente amas? A los demás, les ofrezco solo mi comprensión, mi experiencia, mi ayuda, mi amistad, mi sociabilidad, mi simpatía y también algo de mi tiempo.
No me da miedo estar sólo en mi vida, seguramente la soledad ha sido mi más fiel compañera en gran parte de ella. En ella me reconocí a mi mismo, amé en silencio y admiré las cosas simples y esenciales de mi vida. Mi soledad se alimenta de emociones puras, sencillas y no me permite fingir ser quien realmente soy, pues no hay nadie más a quien engañar o de quien protegerse. Hoy en mi soledad hay amor, bondad, buenos sentimientos y muchas circunstancias singulares para compartir. Por eso mi soledad es para mí lo más importante que puedo dar por amor de verdad… a alguien que sea capaz de generar, recibir y valorar el amor, la bondad, los mejores sentimientos y las circunstancias singulares para compartir!
En mi vida hoy el Alma campea a sus anchas y guía todos mis pasos! Esa es mi manera de vivir! Creo mis propios momentos únicos e irrepetibles, los vivo intensamente y me siento bien así, compartiéndolos! Crezco ante lo bello de la Naturaleza y aprendo con ella a vivir! Adoro la felicidad simple y cotidiana… siempre en la mejor compañía! Y admiro a las personas que saben vivir así su vida, su felicidad y les cuesta renunciar a ella, aún compartiéndola con amor! Solo el amor de verdad hace posible compartir la riqueza de la soledad, sin tener que renunciar a ella a cambio de “solo compañía”! Solo el amor, la paz y la soledad exijen verdadera libertad!
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