En mi línea de publicación actual, que me está llevando a postear al ritmo que un Jabba el Hut con lumbalgia quemaría kilómetros subiendo el Tourmalet en un patinete herrumbroso, vengo con una entrada, ya de por sí desfasada… ¡Un DIY para carnaval!
-“¿Pero estará tonto este tío…? ¡Si acaban de terminarse los carnavales…!”-
¡Pues precisamente…! Como decía, y para no faltar en la línea cutre de este blog, aquí el Menda, llegando tarde siempre a todo, como es habitual. ¡¡Como siempre, dando aquí el 95%!! Y, por supuesto, sin imágenes reales de los pasos intermedios, faltaría más… (Ya que la idea de convertir esto en CUTRORIAL para el blog, se me ocurrió con el sombrero ya terminado, y no saqué fotos del proceso). Total… ¿Para qué…? ¡¡Pues no pasa nadaaaa...!! ¡Que no panda el cúnico, gente…! Que aquí somos muy apañaicos y solucionamos eso en menos que se tarda en decir: -“La parte más importante de una máquina del tiempo es el Condensador de Fluzo…”-
Así que, si lo miráis desde el punto de vista de: -“OHHHH… Podría servirme… PARA EL AÑO QUE VIENE (ya que el Pequeño Nicolás o Pablo Iglesias para entonces no seguirán de moda…)”- o bien el de: -“Hmmmmm… Bonita idea para la fiesta de disfraces que haré en JULIO…”-, pues entonces… ¡Todo solucionado!
(A lo mejor simplemente se puede mirar como un claro y rastrero ejemplo vanidoso de narcisismo ególatra supino del que os escribe, para intentar fardar humildemente del complemento para disfraz tan molón que se ha currado…) Pero vaya, que cada uno es libre de pensar lo que quiera.
Bueno… al turrón: que el tema pintaba para hacernos unos Jarri Poters de la Casa Grifindor. (Yo hubiera ido de Slytherin, que molan más, pero bueno; no viene al caso, y lo solucioné poniéndome un cartelito chorra en la espalda, por la coña). Buscábamos algo sencillo, rápido, pintón y barato, y aquí mi Churri, una fan, ella… y muy liiiiista… pues pensó con maravilloso criterio: -“Una túnica negra, unos cachos de fieltro para las bufandas, un palito de la calle, ¡y arreando…! Y así de paso practico con la Singer”-. Y todos contentos. (Por cosas como estas es por lo que la quiero tanto).
El problema es que yo… me lío. ¡Me lííííoooooooooo… cosa mala! El concepto, mola… pero se me quedaba corto. Yo, si me meto en el charco, si puedo, es para embarrarme hasta las orejas. Después de renunciar (por falta de tiempo y por aprovechar material, no por falta de ganas), a currarme un disfraz de jugador de Quidditch, pensé simplemente el adornarme con algún complemento. ¿Para qué dejarlo estaaaaaar…? ¡¡PUES NOOOOO!! Yo soy así…
…¡¡¡Y qué mejor complemento, pensé yo, que el maravilloso SOMBRERO SELECCIONADOR DE HOGWARTS!!!
Era una idea brillante: un poco de papelucho, un poco de cola blanca, unos toques de pintura… ¡¡y apañao!! ¡¡GENIAAAAALLL…!! Así que…
…¡¡ahora amigos, a por un poco de mejunje Art Atack, que os cuento!!:
#Paso1: ¡a documentarse!
Este primer paso, es esencial. Aunque uno no sea capaz de hacer más que un churro, si ni siquiera SABES cómo es un churro, malamente vas, mai frend… Así queeee… ¡a guglear por imágenes toca!
#Paso 2: recopilar materiales
Una vez tienes claro qué hacer… toca el cómo. Yo tiré de morro y de fondo de armario (de Churri), y pillé directamente un sombrero cutre (de Churri), que tenía de una despedida de soltera. ¡Total, pocas veces más lo va a volver a usar, me parece!
Así puedes partir de una base perfecta, y solamente tienes que forrarlo. ¡Te ahorrarás mucho tiempo en medirte la cabeza, plantearte cómo hacer el orificio para la almendra, y comeduras de tarro diversas…!
Para hacer el forrado, yo recopilé periódicos durante toda la semana anterior… ¡solamente para darme cuenta de que si usaba el rollo de papel continuo marrón que tenía por casa, me iría mucho mejor!
Cola blanca de carpintero (o escolar), cinta de pintor (o de carrocero; de papel, vaya…), una brocha, un pincel, y dos o tres tonos de color para el acabado. (Yo usé pintura acrílica, porque las tenía a mano; podría ser témpera o gouache, por ejemplo, a falta de otra cosa… Cualquier cosa que sea al agua, y no suponga liar la del pulpo…) ¡Y cartón! Una buena caja. ¡Nunca subestiméis el valor de almacenar alguna caja de pañales por ahí! (Vuestro Diógenes interior os lo agradecerá…)
#Paso 3: construyendo la base
Lo primero, pillar un buen trozo de cartón, y usarlo como base para apoyar el sobrero. ¡No queremos manchar nada y vuestros queridos muebles lo agradecerán! Y con otro trozo alargado, hacemos como podamos una especie de cono, que pegaremos sobre el cuerpo del sombrero, para elevarlo y darle su forma de gorro de punta característica, por un lado, y darle fuerza y resistencia por otro: es una buena base sobre la que empezar a pegar papel y modelar la forma final. ¡Ayúdate de la cinta de pintor en este paso! Me hubiera gustado también ampliar el tamaño del ala del sombrero, para hacerlo más fiel, peo me conformé con el que ya tenía. De haber tenido más tiempo, ¡lo habría hecho añadiendo cartón, igualmente!
#Paso 4: forrando y dando detalles
Aquí está lo majo del asunto… Se trata de ir forrando el gorro con el papel. En este caso, el papel continuo (tipo kraft) marrón, queda genial, porque va perfecto con la cola y el mejunje Art Attack, y además tiene de serie un color genial como base para poder pintarlo luego. ¡Con papel de periódico habría tenido que aplicar más capas de pintura, seguro!
Primero, lo forramos entero, y le damos una primera forma general y tamaño final al sombrero. Podemos intuir muchos de los pliegues y detalles finales, desde el principio, pero sin prisa, porque siempre se puede pegar más papel por encima más adelante. Nos ayudamos bien de la cinta de papel y de la cola para que no se mueva mucho, y fijar esas puntas rebeldes que siempre sobresalen. Yo, en este punto, le di después una pasada más o menos general de mejunje Art Attack (50% cola, 50% agua… Así a ojímetro por ciento, pero vaya… Mézclalo a tu gusto según lo que necesites), para intentar endurecer un pelín la superficie cuando se secase.
Después, vamos modelando con cartón y más papel los detalles principales que van a formar parte del rostro del sombrero: yo empecé recortando una especie de triágulos de cartón para formar la parte superior de la boca, dos más pequeñas para los pómulos, una especie de V muy abierta para las cejas, y unos churros para unirlos a la base del sombrero y crear el labio inferior. ¡¡De nuevo, importante fijarse en el modelo original, para pillar ese aire!! Aunque al final (así que no os comáis mucho el tarro con los parecidos…), no importa tanto el ser muy fiel, porque al fin y al cabo, ¡podemos hacerlo con la mueca o expresión facial que queramos! ¡¡Es un sombrero que habla, por favor!!
Una vez pegados esos trozos al cuerpo del sombrero, procedemos a recubrir de nuevo todos esos trozos y huecos con papel, y así ir acabando el modelado de la forma: podéis ajustar los detalles tanto como queráis (y tiempo, mejunje y papel tengáis), ya que lo suyo es acabarlo más o menos para que quede todo pegadito. Así se cierran espacios y ángulos, y se pueden generar nuevas formas, como arrugas, pliegues, etc.
#Paso 5: ¡pintura y acabado final!
¡Ya casi está! Ya tiene la forma definitiva… ¡Pero todavía hay que darle vidilla con el color! Usando ese papel, es fácil que quede bien con casi nada. Yo apliqué con una brocha mediana una primera capa de marrón oscuro (técnicamente, un tierra siena tostada acrílico, pero cualquier marrón que tengáis a mano valdrá, en serio…), mezclado con bastante agua, para que la pintura fluyese bien por los huecos (¡¡pero no tanta agua como para que se desmorone y se deshaga el papel, ojocuidao!! Que no se trata de bañarlo, tampoco). Mientras la pintura está húmeda, puedes frotar con un trapo por diversas zonas que quieras que se mantengan con un tono más claro, tipo salientes, o algo así, para quitar pintura y que quede más clarito, dándole volumen a la cosa.
Una vez seca, lo repasé todo de nuevo con otra capa del mismo tono, para oscurecerlo y unificar más la textura en general, y le añadí algún toquecillo de color más claro, de ocre, con pincel, por las zonas que quería que quedasen más remarcadas, como los bordes de la boca y las zonas que más se resaltan, y más oscuros en las zonas tipo interior de los ojos, boca, etc. Los detallines, vaya.
¡¡Terminadooooooooooooooohhhhhh…!!
Y aquí, por fins… ¡¡Vualá!! El resultado final:
Un toque molón para vuestros disfraces de Jarri Potter, ¿verdad? Por supuesto, se admiten modelos más sencillos para los peques (en el fondo lo que mola es la idea…), y sobra decir que este puede ser un proyecto curioso para dejar (en ciertos aspectos, como todo el proceso de pegar papel, cinta, o pintar…) participar en él y que nos ayuden, nuestros minirreyes de la casa.
(Vale… Sí… Estoooo… Muy bonito todo. Ahora bien… ¿¿¿Y ahora dónde carajo guardo yo esta cosa, ehhhh…???)
PD: el cartelito chorra de la espalda, que se me olvidaba:
PD2: mi querida Lechona estaba para comérsela, de Jarri Poter, -sobra decirlo-; y Churri estaba como Hermione… ¡pero en buenorra! ;)