Trabajadores que se suicidan incapaces de soportar la presión laboral a la que se ven sometidos, trabajadores que cobran entre 21 y 34 euros al mes por jornadas de 14 horas, trabajadores con condiciones laborales distintas por el simple hecho de ser inmigrantes, trabajadoras que sufren abusos sexuales para no perder su empleo... Explotación en todas sus vertientes y ejercida con total impunidad. ¿Hasta qué punto no somos cómplices de esta realidad? ¿Por qué trabajar en estas condiciones en lugar de denunciarlo? ¿Por qué consumir determinados productos aún sabiendo que son el fruto de la explotación? ¿Cuándo, después de ver la injusticia, dejaremos de girar la cabeza para mirar a otro lado, ese lado en el que nos espera el capitalismo salvaje que nos susurra "tú no tienes la culpa, tú no eres quien los explota"? ¿Estás seguro de que realmente no es así?