Composición Genética de Iberia al final del Bronce (II) – Lenguas

Por Rodrigojocilesferrer @jocilesferrer

Toda investigación histórica debe interesarse necesariamente por el lenguaje

(Giro Lingüístico)

Advertencia: si estos temas te interesan, te recomiendo que comiences por la primera parte del artículo, donde encontrarás introducción y traza genética:

https://jocilesferrer.wordpress.com/2016/10/08/composicion-genetica-de-iberia-al-final-del-bronce-i-clanes/

Traza lingüística, hipótesis

Voy a repasar mi tabla de “Pueblos de Iberia Mítica”, pero una vez que he recorrido los clanes genéticos maternos y paternos, voy a fijarme ahora en las lenguas o familias lingüísticas que se conoce que se hablaban en cada lugar en cada momento, o que se supone con alta o con alguna probabilidad, intentando rellenar los huecos para lo que aplicaré como siempre la “navaja de Ockham” (En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable). Al final del estudio procuraré dar coherencia y homogeneizar todos los datos.

Inciso: He de decir, que mi observación e intuición parecen decirme que la difusión e imposición de las lenguas van asociadas a los clanes paternos y no a los maternos, al menos desde el Neolítico. Recordemos que la distribución de los clanes maternos es mucho más homogénea, al menos en Europa, que la de los paternos, que establecen hegemonías claras por regiones. Sin duda había migración, mezcla e intercambio matrimonial en todos los milenios que estamos estudiando, desde el Paleolítico a la Edad del Bronce. No obstante, esas diferencias en la distribución me hacen pensar que eran las mujeres las que se integraban normalmente en el clan (y esta vez dicho en el sentido habitual de la palabra) de su marido, asumiendo su lengua y demás costumbres y no al revés. A su vez las sociedades patriarcales parecen imponer su lengua a las matriarcales (indoeuropeos a antiguos europeos). Y dentro de las patriarcales las militar, tecnológica y culturalmente superiores (latín sobre las lenguas celtas), aunque hay casos en que la lengua del “vencido” prevalece, cuando su cultura es abrumadoramente superior a la del vencedor, que lo que desea es integrarse en ella (griego en el Imperio Romano de Oriente, latín en Hispania y Galia frente a germánico antiguo). Advierto que todo este inciso son elucubraciones mías, seguro que antropólogos, historiadores, psicólogos, lingüistas… Pueden corregirme, lo cual agradecería mucho porque quiero saber cómo funciona todo esto.

Veamos:

Paleolítico

16.000 a.C. hombres blancos en Europa, norte de África y Oriente Próximo hablan la lengua boreal, que es una definición conceptual para referirse a la raíz común para todas las lenguas actuales habladas en el norte de Asia, Europa y el norte de África, es decir para las pertenecientes a las familias indoeuropea, afroasiática, ugrio-finesa, turca y otras, incluyendo al euskera. En realidad la existencia de esta lengua hipotética se ubica entre y 13.000-8.000 a.C., durante los últimos milenios de condiciones de glaciación, pero sus ancestros paleolíticos que vivieron en unas condiciones que se mantuvieron prácticamente sin cambios, no podían hablar otra cosa que la antecesora de esta lengua. Los antepasados de todos los clanes maternos y paternos descritos para Iberia hablarían pues, esta lengua, excepto tal vez el haplogrupo E, que en 50.000 a.C. estaba localizado en Sudán y es el único africano, aunque tampoco puedo asegurarlo.

13.000 a.C. pueblos recolectores en África nororiental (el haplogrupo E y tal vez ya E1b debería corresponder o formar parte de ellos) hablan proto-afroasiático.

9.580 a.C. origen mítico de La Atlántida entre Iberia y el Atlas. Como ya he comentado antes, en la zona del Estrecho solo podría tratarse del clan paterno R1b, junto con las úrsulas, helenas, taras… Gentes de las que sólo es posible afirmar que hablaran la lengua boreal o una de sus derivadas (proto-euskera, proto-indoeuropeo…). También he dicho que los E1b1b, los cuales hablarían proto-afroasiático, en todo caso una derivada de la boreal ya habrían alcanzado la zona, pudiendo formar parte del pueblo mítico atlante. Sencillamente, la lengua de los míticos fundadores de la Atlántida, o siendo más pragmáticos, de los habitantes de la zona del Estrecho por aquel entonces, era la boreal o uno o más de sus dialectos.

Neolítico

8.000 a.C. la cultura Capsiana (marcador U6b atlante explicado antes) se difunde desde Marruecos hacia el noroeste de Iberia, llevando su lengua proto-bereber. Pueblos cazadores, las helenas (y veldas en menor medida) junto con los R1b repueblan Europa occidental desde el norte de la Península y el sur de Francia, hablaban una lengua de la familia boreal, que al ser los citados clanes materno y paterno “campeones” entre los vascos, me atrevo a llamar proto-euskera. Los pueblos cazadores de Europa central, también R1b, hablaban una lengua de la familia boreal que no debía de ser muy lejana del citado proto-euskera. Los indoeuropeos en el Cáucaso y al norte del Mar Negro, hablan proto-indoeuropeo. Tenemos por tanto, al fin de la Glaciación de Würm en Iberia una situación en que se hablan lenguas boreales, algo que podríamos llamar proto-euskera en todo el territorio y sobre todo en la frontera de la glaciación, al norte y la presencia ya del proto-bereber en el noroeste y pienso que en el área del Estrecho, que es de donde partía. Téngase en cuenta que estos pueblos paleolíticos, eran nómadas, de tradición más recolectora los capsianos y puramente cazadora los cantábrico – pirenaicos; pero en las áreas donde coincidiesen, es normal que las tribus hablasen distintas lenguas según su origen. Como proto-bereber y proto-euskera venían de un tronco común, boreal, es muy fácil que tribus con poblaciones mixtas (matrimonios…) acabasen teniendo por base una de las lenguas pero incorporando palabras y expresiones de la otra ¿qué pensáis?

7.000 a.C. los campesinos líbico-bereber-canarios (haplogrupos E1b y U6a) irrumpen en Sicilia, Creta, Francia, Iberia, Italia y Canarias, también hablan proto-bereber. Este es un hito a mi entender importante y complejo desde el punto de vista lingüístico y poblacional. En anteriores artículos y versiones de mi tabla de pueblos de Iberia, llamaba a este pueblo llegado desde el Sáhara protoibérico, también porque lo había visto designado como tal en alguna fuente acreditada. Lo cual conduciría fácilmente a la idea errónea de que el futuro pueblo y cultura ibérica del primer milenio a.C. (franja mediterránea, plenamente participante del mundo mediterráneo de aquel entonces) sería de origen norteafricano. Y en parte lo era, pero no sólo, de hecho lo eran en mayor proporción los considerados celtas del oeste y sobre todo del noroeste. Otro tanto habría que decir de la lengua ibérica (veremos sorpresas más adelante). La única situación que puedo formular con los datos que tengo para este milenio sería la siguiente: Los campesinos líbico-bereber-canarios (E1b) junto con los cazadores autóctonos (R1b) forman el pueblo proto-ibérico, en unas proporciones aproximadas de 1 a 6 en el este y de 1 a 4 en el oeste. Se hablarían por tanto en Iberia las lenguas proto-euskera y proto-bereber, con mayor presencia de esta en el oeste, sobre todo en el noroeste. La abrumadora superioridad poblacional de los antiguos cazadores, por clan paterno recordemos, me hace apostar por la pervivencia del proto-euskera, sobre todo a medida que nos acercamos geográficamente a los Pirineos (y es donde sobrevive hasta la actualidad). Sin embargo, los norteafricanos, también por clan paterno, traían consigo una superioridad cultural: ya eran campesinos sedentarios y no cazadores, es decir, portadores del Neolítico, por rudimentario que fuese. Esto me hace pensar que su lengua proto-bereber prevalecería en aquellas comunidades que pasasen a esta nueva forma de vida, sobre todo en las zonas donde el E1b tiene mayor presencia (hacia el noroeste). Como he explicado antes, no consta diferencia entre estos dos grupos poblacionales respecto de los clanes maternos; helenas, úrsulas y taras volverían a la Península con los E1b, donde se juntarían de nuevo con sus parientes cazadoras.

6.500 a.C. Llegan las jasmines desde Siria bordeando la costa mediterránea europea y después difundiéndose a lo largo de la atlántica, enseñando la agricultura. Este es un caso particular de migración, porque va asociado claramente a un clan materno y se le atribuye nada menos que la expansión neolítica a Europa. Aunque ya hemos visto que en 7.000 a.C. se les adelantaron los campesinos líbico-bereber-canarios en Sicilia, Creta, Francia, Iberia e Italia, en aquel caso un clan puramente paterno, todo lo contrario y esto es mi sensación, con un neolítico más rudimentario. Hay muchas posturas a favor de uno u otro origen de la agricultura y el neolítico en Europa, desde el norte de África o desde Próximo Oriente, a menudo agriamente enfrentadas. Mi opinión particular es que ambas son ciertas y se complementan. ¿Qué hablaban las jasmines al llegar a Iberia y el arco atlántico europeo? Hay una respuesta con la que estoy casi seguro de acertar: una lengua de la familia boreal, como el proto-euskera y el proto-bereber que he postulado en el hito anterior que se encontrarían en Iberia. ¿Qué clanes paternos las acompañaron hasta aquí? Ya he apuntado algunas hipótesis: los J2, los I2a y los R1a en ese orden. Muy posiblemente en los Balcanes se toparan con los E1b desembarcados desde Creta, pero algo me dice que no se les unieron en ese punto en su viaje hacia el oeste. Dos candidatos me parecen los más probables por proximidad geográfica y temporal:* el proto-semita y el proto-indoeuropeo. El primero estaba migrando desde el 8.000 al 5.000 a.C. desde el Sudán a Oriente Próximo, yo lo descartaría para las jasmines cuando dejaron Anatolia. El segundo se hablaba en la zona muy próxima del Cáucaso y el Mar Negro desde hacía dos milenios y es típico de los tres clanes paternos mencionados como compañeros de viaje de las jasmines, yo me decantaría por esta hipótesis a falta de otra más plausible, es decir por el proto-indoeuropeo. Nótese que las oleadas propias de indoeuropeos hacia occidente no se consideran hasta dos milenios más tarde, en todo caso y lingüísticamente, sería llover sobre mojado. Otra sensación mía es que la migración de las jasmines fue genuinamente liderada por mujeres, aparte de ser una sociedad matriarcal, también lo eran las de cazadores aborígenes y campesinos norteafricanos que encontraron en Iberia. También es posible que si se les unieron los E1b en Grecia, una migración misteriosamente masculina en apariencia, llegasen a Iberia hablando proto-bereber, lo que también se reforzaría con las comunidades campesinas encontradas allí, pero algo me dice que no fue así. Así que a partir de este momento se tendría en Iberia, sobre la situación señalada en 7.000 a.C. un aporte de jasmines en proporción de 1 a 5 sobre los clanes maternos ya presentes, es decir todos los demás. Una gente que trajo los avances más punteros en agricultura, por tanto la cultura superior del momento y posiblemente la lengua proto-indoeuropea, en todo caso una lengua boreal, en ese momento fácilmente interoperable con las otras dos familias lingüísticas presentes y que pudo permanecer en las comunidades fundadas por ellas e imponerse a poblaciones incorporadas de los dos grupos anteriores. Recuérdese que Jasmine es el segundo clan materno más numeroso (17%) en toda Europa, pero tiene aún más presencia en Iberia (excepto entre los vascos) y norte y oeste de Gran Bretaña.

6.000 a.C. presencia según su propia mitología de los tartesios en el Guadalquivir, en ella se cuenta que su rey fundador, Gárgoris, los sacó de la barbarie (cazadores aborígenes…) y les enseñó la vida sedentaria (campesinos norteafricanos…). Esto para mí encaja fácilmente con la formación del pueblo proto-ibérico que señalo a partir de 7.000 a.C. Está claro que tal avance era liderado por los llegados norteafricanos, por lo que me inclino a pensar que la lengua hablada en la desembocadura del Guadalquivir, se pudiera hablar ya de Tartessos (¿Atlantis…?) o no, sería más bien proto-bereber. Otra posibilidad no descartable es que las jasmines hubieran llegado hasta aquí, imponiendo su superioridad cultural a su vez y por tanto su lengua ¿proto-indoeuropea?

Megalitismo

5.000 a.C. Otro hito importante que refuerza lo que venía sucediendo al menos desde hacía dos milenios, los pueblos megalíticos o antiguos europeos se forman de la unión de los campesinos norteafricanos con los cazadores autóctonos en Iberia, Francia, Italia y las Islas Británicas, conformándose como sociedad matriarcal. La inmigración africana que abandonaba el Sáhara desecado otrora fértil durante los últimos milenios de glaciación, se va concentrando  hacia el oeste del Mediterráneo y extendiéndose hacia el norte siguiendo el arco atlántico, conformando la gran civilización neolítica occidental. Muy posiblemente las jasmines se sumaron y formaron parte de ella. Lo más sencillo es que siguieran hablando lenguas proto-bereber y proto-euskera, con mayor presencia de la primera en las poblaciones con mayor componente genético inmigrante. Dejo abierta la posible presencia temprana que apunté en 6.500 a.C. de lenguas proto-indoeuropeas, de la mano de las jasmines y sus compañeros.

4.000 a.C. Se encuentra el marcador U6b1 en Canarias y la Iberia atlántica. Como he comentado tiene poca presencia y va habitualmente asociado al E1b, pero es un indicador también de la lengua proto-bereber.

Calcolítico

3.000 a.C. Este es un momento de cambios y aportes variados, culturales, genéticos y lingüísticos en Iberia. Hay indicios de que la civilización minoica de Creta visita Iberia en prospección de metal, su aporte genético en este momento sería prácticamente nulo, sin embargo he leído en varias fuentes que se trataba de un pueblo “no indoeuropeo”, emparentando con el proto-ibérico y el egipcio; pienso que ese parentesco era a través del haplogrupo E1b y de la lengua proto-bereber (recuérdese lo ocurrido a partir de 7.000 a.C.). Se produce la expansión bereber desde el Magreb hasta Egipto y muy importante lingüísticamente se comienzan a hacer inscripciones en ELA (Escritura Lineal Atlántica) en lengua proto-bereber y dibujos de círculos concéntricos (que recuerdan el esquema de la metrópoli atlante) en África noroccidental y Canarias. En Iberia y el arco atlántico europeo la cultura megalítica lleva 2.000 años de existencia (los míticos oestrymnios) y da comienzo el Calcolítico (Edad del Cobre). También se realizan inscripciones en ELA, así como dibujos de círculos concéntricos en Iberia, Francia e Islas Británicas, a donde llega un grupo de pescadores cantábricos (R1b), constituyendo su huella genética más común ¿Son estos los firbolgs y fomorianos de la mitología celta? En principio las lenguas habladas serían la evolución del proto-euskera y proto-bereber a partir de la situación dejada en 5.000 a.C. Desde las estepas de este de Europa llegan nómadas pastores pertenecientes a la tercera oleada indoeuropea y se asientan en los valles del Guadalquivir y del Ebro y en los Pirineos (posiblemente también en la Cordillera Cantábrica), lo que se atestigua con la presencia de los haplogrupos I2a y R1a en estas zonas y sobre todo con los restos en la toponimia de la lengua meridional-ibero-pirenaica, esta vez sí, claramente indoeuropea. Tratándose de una sociedad patriarcal de pastores con caballos domesticados hacía más de un milenio y varios siglos de vehículos con ruedas, a buen seguro mantuvieron e impusieron en caso de mezclarse, la lengua que traían, en los valles y montañas que ocuparon.

2.200 a.C. La cultura del Vaso Campaniforme surge como evolución de la megalítica y se propaga desde Iberia a Europa Central y Occidental. En estos momentos en Iberia se puede deducir de todo lo anterior que se hablan tres familias de lenguas, afroasiática evolucionada del proto-bereber, que yo me atrevería a localizar más en el arco atlántico desde el Estrecho hasta Galicia, la indoeuropea meridional-ibero-pirenaica en las áreas que su propio nombre indica y las que he llamado proto-euskera, herencia de los cazadores paleolíticos en el resto del territorio, principalmente hacia el interior y el norte, en las zonas que han permanecido como más “autóctonas” libres de aportes norteafricanos e indoeuropeos. Pero todo esto es una simplificación y suposición mía intentando deducir la situación más plausible con los datos que conozco. ¿Qué lenguas y qué genética portaba el Vaso Campaniforme desde Iberia a Europa Central? Imposible de saber, los haplogrupos actuales en la zona son similares a los ibéricos, aunque con menor presencia de R1b (mayoritario también allí) y sobre todo de E1b (aunque no despreciable) y bastante superior de I2a y sobre todo R1a. La distribución de clanes maternos para entonces debía de estar ya bastante homogeneizada y estable entre ambas zonas. Las lenguas, independientemente de con qué familia(s) emigró la cultura, lo que está claro es que regresó con la indoeuropea. Este me parece un caso paradigmático de cómo Iberia es a la vez cuna y receptora de pueblos y culturas, como se ha visto ya a lo largo de los milenios.

2.000 a.C. Otro momento crucial y polémico. Micenas en Grecia es centro motor y distribuidor del bronce; estos aqueos posiblemente visitan y colonizan el sur de Iberia en prospección de metal. Hay indicios genéticos (J2), mitológicos, algunos pocos arqueológicos y recientemente epigráficos para afirmar tal cosa. Yo estoy prácticamente seguro de que así fue, aunque la oficialidad actual en el mejor de los casos lo reconoce sólo como hipótesis improbable. La lengua que traían era el griego arcaico o micénico. Al mismo tiempo, surge El Argar en Almería, como primera cultura urbana del occidente mediterráneo. Algunas fuentes apuestan por que su origen hay que buscarlo en el Egeo, con mayores similitudes hacia la cultura material micénica que hacia la autóctona ibérica del momento (Tartessos), la lengua o lenguas que hablarían serían para mí las siguientes en orden de probabilidad: micénico, proto-euskera, meridional-ibero-pirenaica  o proto-bereber. Así que a la situación lingüística en Iberia formulada para el vaso campaniforme dos siglos atrás, habría que sumar la llegada de una cuarta lengua, también indoeuropea al sur peninsular: el griego arcaico o micénico, hablado por las clases dirigentes portadoras del urbanismo de corte egeo. Como vimos para el haplogrupo J2, según la mitología en 1.759 a.C. Hércules refunda Toledo, en 1.720 a.C. reina su nieto Hispan en Iberia y en 1668 a.C. Hércules anciano vuelve a reinar. Si estas reseñas mitológicas hacen referencia a alguna realidad (y las pruebas genéticas tienen por costumbre confirmar el fondo real de los mitos), existía un nuevo reino autoproclamado de toda Iberia, cuya clase dirigente hablaría griego arcaico… Por cierto, se me ocurre una solución genética y lingüística para los tres cuerpos de Gerión que Hércules encontró y derrotó en la desembocadura del Tertis y las tres lenguas que hablaban sus tres cabezas: R1b – proto-euskera, E1b – proto-bereber, I2a – meridional-ibero-pirenaica. Hércules constituiría el aporte J2 – micénico. Tal vez el mito refleje la diversidad étnica y cultural que los visitantes aqueos de principios del 2º milenio a.C. encontraron en el sur de Iberia y a la que eventualmente se impusieron.

Bronce inicial

1.550 a.C. Bronce inicial, con foco en Huelva, Portugal y Galicia. A partir de la situación en los anteriores milenios, mi hipótesis es que se hablaban las siguientes lenguas en Iberia: lenguas proto-euskera (zonas más autóctonas del interior y norte), proto-bereber (zona foco del Bronce Incial, es decir, oeste), indoeuropeas (zona meridonal-ibrero-pirenaica) y micénico (también indoeuropea, clases dirigentes de la mitad meridional). Aquí el relato de Platón sobre la Atlántida nos habla de un hito importante, de la Desaparición de la acrópolis atlante bajo el mar  a consecuencia de un terremoto, tras una larga guerra contra aqueos (Cecrópidas de Atenas) y egipcios (Reino Nuevo) ¿Tal vez las colonias fundadas por la estirpe de Hércules, maduraron la forja del bronce durante más de cuatro siglos y tras tomar conciencia indígena como herederos de Gerión y de la antigua tradición megalítica de ciudades fabulosas de anillos concéntricos, se rebelaron e incluso intentaron dominar a la antigua metrópoli (Grecia) y a los viejos parientes (Egipto)?

1.400 a.C. Sigue habiendo o vuelve a haber contactos de El Argar con el Mediterráneo Oriental y en concreto con Micenas. Parece fácil de suponer que se entendiesen en griego arcaico o micénico.

1.300 a.C. Cultura de los Campos de Túmulos de pastores cerealistas en Europa occidental e Iberia, siguiendo la situación tres siglos atrás se puede suponer que en Iberia se hablaran lenguas indoeuropeas, proto-euskera, proto-bereber y micénico (que podríamos empezar a denominar “íbero” de las clases dominantes), en las mismas zonas que en aquel momento. Aparecen las estelas del sudoeste.

Bronce final

1.200 a.C. Comienza otro siglo de cambios. Los fenicios llegan al sur de Iberia, su lengua es el fenicio, en principio una lengua semita, es decir de la familia afroasiática, de las habladas en Iberia a estas alturas el proto-bereber pertenecía también a esta familia, con lo que les sería más fácil entenderse con las comunidades del oeste que aún la hablaran. Aunque sospecho que los fenicios y púnicos en general, manejaban el griego (arcaico) como lengua de trabajo y negocios cuando menos (véase el capítulo del haplogrupo J2 más arriba). En concreto sigue habiendo contactos del Mediterráneo oriental (posiblemente incluyendo la nueva Grecia de dorios + aqueos) con El Argar. Bronce final en Iberia, manifestado en las culturas de El Argar, del Bronce Valenciano, del Suroeste y Manchego, todas ellas aristocracias guerreras. Mi impresión es que se mantiene la situación lingüística de los siglos anteriores y que las clases dirigentes de estas culturas sureñas siguen utilizando una variedad del griego arcaico, como lengua de prestigio de los herederos genuinos de la estirpe de Hércules. También es el Bronce final en el resto de Europa occidental y central, desde donde la Cultura de Hallstatt se expande en los distintos grupos celtas, entre ellos los ibéricos. Estos grupos sólo podían expandirse con lenguas indoeuropeas, que yo denominaría proto-celtas. Nótese que cuando menos en parte, estas gentes eran descendientes de la cultura del Vaso Campaniforme llegada desde Iberia un milenio atrás…

1.100 a.C. Apogeo de Tartessos, a la lengua que hablaran me atrevo a llamarla ya “íbero”. Me imagino una situación en que la lengua de la realeza, la aristocracia y de cultura era aquella heredera del micénico, pero que en su área de influencia quedaban restos de proto-euskera, indoeuropea (meridional-ibero-pirenaica), y afroasiática (proto-bereber). En la otra zona que sería fundamental para la cultura ibérica durante la Edad del Hierro, es decir la costa mediterránea al norte del río Segura, pienso que se hablaba fundamentalmente proto-euskera y restos de la meridional-ibero-pirenaica y que empezaba a usarse íbero micénico como lengua de prestigio. Pueblos ya denominados célticos (unión de los Campos de Túmulos y de Urnas, los celtas ibéricos originarios de Europa Central del siglo anterior) penetran definitivamente en Iberia; de ellos no hay duda que se puede afirmar que hablaban una lengua proto-celta. Son guerreros que ocupan la banda aristocrática allí donde se establecen. Se les conoce como cynetes en Extremadura y sur de Portugal, donde construyen castros en altozanos, fronterizos con la potencia tartesia. Mi hipótesis es que en la Iberia interior y atlántica, estos indoeuropeos barren lo que quedara de lenguas afroasiáticas (proto-bereber, aunque posiblemente sí sobreviviesen términos y expresiones) al ponerse a la cabeza de sus habitantes, imponiendo la suya (proto-celta); sobrevive el proto-euskera entre el Ebro, los Pirineos y el Cantábrico, donde sigue dominando el componente aborigen paleolítico. Los elementos indoeuropeos arcaicos (meridional-ibero-pirenaicos) serían fácilmente absorbidos. Todo esto son hipótesis establecidas por interpolación de lo que había antes y lo que se sabe hubo después.

1.000 a.C. A partir de aquí se puede hablar ya de la conocida división cultural de Iberia en dos zonas. Los Íberos en la franja costera del sur y del este, valles bajos del Ebro y Guadalquivir; zona de los topónimos en “uli-“e ” ili-“ y de la onomástica euskárica. Están integrados cultural y comercialmente en el mundo mediterráneo. A su vez yo distingo dos zonas, Tartessos, más avanzada culturalmente de manera más temprana y con mayor componente griego arcaico y la Iberia levantina, hacia la que iría desplazándose la vanguardia cultural a lo largo de la Edad del Hierro. Ahora mi hipótesis lingüística para esta área a comienzos del primer milenio a.C., que no creo que nadie haya formulado antes y tampoco creo que nadie esté de acuerdo con ella (todavía…): Estos íberos hablaban dos lenguas, un íbero autóctono, emparentado con el euskera, con mayor presencia en dirección noreste y un íbero emparentado con el griego arcaico, más hacia el suroeste y sobre todo como lengua de prestigio y de las clases dirigentes. Los Celtas habitan el interior, el norte y el oeste de Iberia; su área es la de los topónimos en” –briga” y de los antropónimos típicamente celtas. Estos celtas de Iberia, están integrados culturalmente con los pueblos del arco atlántico europeo y con Europa central. Las lenguas que hablaban eran dialectos celtas arcaicos. Recuérdese que esta división es meramente cultural y lingüística, genéticamente tanto íberos como celtas de Iberia, eran similares a las poblaciones de Irlanda, Gran Bretaña y Francia, con predominio del haplogrupo R1b. Pero estas dos zonas tampoco vivían de espaldas la una a la otra en mi artículo “Iberia en los tiempos míticos”, formulo cómo los valles del Ebro y el Guadalquivir, constituirían bisagras entre ambas.

900 a.C. Pueblos celtas siguen cruzando los Pirineos, estableciéndose al norte del Duero y del Ebro donde al mezclarse con la población que encuentran forman el pueblo conocido como celtíberos. Evidentemente este fue un nuevo aporte lingüístico y cultural que reforzaba la Iberia celta. Los nuevos griegos vuelven a explorar Iberia, seguramente esto reforzó el uso del íbero micénico en la costa mediterránea y en el sur.

Hierro

800 a.C. Introducción del hierro en Iberia, fin de la Edad del Bronce. A estas alturas se identifican en el área ibérica las lenguas tartesio (con aparición de su escritura) en Andalucía occidental, sur de Extremadura y Portugal y el íbero en toda la costa mediterránea y bajo Ebro, cruzando incluso los Pirineos; parece ser que se trata de dos variedades de una sola lengua escrita emparentada con el micénico. Mi hipótesis es que también se seguía hablando un íbero emparentado con el euskera, sobre todo entre las poblaciones más autóctonas. En el resto del territorio se hablan lenguas celtas o proto-celtas, indoeuropeas con origen en Europa central en cualquier caso: el  lusitano en el curso medio del Tajo, celtibérico en el Sistema Ibérico y otras lenguas celtas con cierta unidad en la costa cantábrica, las dos mesetas y el alto Ebro.

700 a.C. Tartessos es famoso entre los griegos y en todo el área mediterránea  florece una cultura avanzada en entendimiento con fenicios y griegos, lo más sencillo es que esto último se diese de la mano de la lengua íbera micénica. Oleadas celtas siguen cruzando los Pirineos, lloviendo sobre mojado en la Iberia interior y atlántica, cultural y lingüísticamente. No obstante estos pueblos declinaban la escritura aún en esta época y seguramente sus clases cultivadas dominarían el íbero micénico, como lengua de prestigio y para relacionarse con el área ibérica, especialmente los pueblos más fronterizos del Ebro, el Sistema Ibérico, la meseta sur y los valles del Tajo y el Guadiana.

Resumen y conclusiones

Para empezar aclarar o recordar que por regla general, cuanto más antigua es la presencia de un clan, sea materno o paterno, en un territorio, mayor es la proporción de individuos que pertenecen al mismo, es decir que son trazables directamente por línea materna / paterna hasta la / él fundador genético de tal clan. Es simplemente una cuestión de número de generaciones que se han tenido para reproducirse y multiplicarse, probad a echar cuentas… Relacionado con esto, la pertenencia a un clan materno o paterno, no implica que todos los antepasados lo sean, ni siquiera mayoritariamente, sólo la traza que acabo de comentar. Lo más sencillo es que las proporciones de antepasados para un individuo, se aproximen bastante a las estadísticas de pertenencia a clanes en la zona o zonas en que han vivido sus antepasados durante los últimos siglos. Es decir, que un habitante medio de Iberia, aunque los análisis genéticos le identifiquen como Helena y R1b, tendrá una buena proporción de antepasados Jasmines, Úrsulas, E1b, J2, etc.

Recopilando los hitos más significativos de movimientos de población en, hacia y desde Iberia y sus islas: En torno al “Último Máximo Glacial” (18.000 a.C.), las Helenas (surgidas en los Pirineos) y los R1b (hombres de Cromagnon, surgidos en los Alpes), viven principalmente entre el norte de Iberia y el sur de Francia; son cazadores que hablan la lengua boreal y se producen migraciones entre Europa y el norte de África. Son los antepasados respectivamente de la mitad y del 65% de los actuales habitantes de Iberia y sus islas.  Hasta el fin de la glaciación (8.000 a.C.) se han extendido por Iberia junto con las Úrsulas (surgidas en Grecia) y Veldas (surgidas en Cantabria), antepasadas respectivamente del 11% y 5% de la población actual y finaliza su cruce del Estrecho. También están ya presentes las Taras y Katrines, ambas originarias del norte de Italia y antepasadas respectivamente del 10% y 6% de la población actual. Hablan una lengua boreal que podemos denominar proto-euskera y cuyo resto ha perdurado hasta hoy. A partir de aquí se lanzan a repoblar Europa occidental, en particular las Veldas emigran a Laponia. Desde entonces pero sobre todo desde el siguiente milenio (7.000 a.C.), los campesinos E1b irrumpen desde el norte de África en Iberia (especialmente al noroeste), Canarias y la Europa mediterránea, con su lengua proto-bereber, iniciando el neolítico. Son antepasados del 12% aproximadamente de la población actual. Cinco siglos más tarde (6.500 a.C.) las Jasmines (surgidas en Siria) penetran por la costa mediterránea europea trayendo también la agricultura y una lengua boreal, que podría ser proto-indoeuropea. Son las antepasadas de más del 17% de la población actual. De la unión de esos campesinos inmigrantes y los cazadores  autóctonos, surgen los pueblos megalíticos (5.000 a.C.) que hablan lenguas proto-euskera y proto-bereber en una sociedad matriarcal. Dos milenios más tarde (3.000 a.C.) continúan como cultura megalítica y se inicia el Calcolítico en Iberia; llega la tercera oleada indoeuropea de nómadas pastores, formados por  I2a, R1a y Xenias, antepasados respectivamente del 6%, 2% y 6% de la población actual, que dejan los vestigios de la lengua meridional-ibero-pirenaica.

La cultura del vaso campaniforme surge en Iberia y se extiende a Europa Central y Occidental (2.200 a.C.), a donde desde dos milenios antes han estado llegando oleadas indoeuropeas. Los aqueos micénicos visitan y posiblemente colonizan el sur de Iberia (2.000 a.C.), son los J2, de los cuales descienden el 8% de habitantes actuales y traen su lengua micénica. Surge El Argar, posiblemente resultado de esta colonización. Ya hay cuatro familias de lenguas en Iberia: micénico (sur), proto-euskera (interior y hacia el noreste), meridional-ibero-pirenaica (zonas que su nombre indica) y proto-bereber (oeste). Bronce inicial (1.550 a.C.), con foco en Huelva, Portugal y Galicia. Le sucede la cultura de los campos de túmulos (1.300 a.C.), la composición genética y lingüística no varía desde siete siglos antes. Bronce final (1.200 a.C.), culturas de El Argar y de los bronces valenciano, manchego y del suroeste. Llegada de los fenicios al sur, también J2 y los celtas ibéricos (R1b fundamentalmente) comienzan a regresar desde Europa central, pero ya hablan una lengua indoeuropea. Un siglo después (1.100 a.C.) es la época del apogeo de Tartessos, a la vez siguen penetrando los pueblos célticos, guerreros que ocupan la banda aristocrática, trayendo sus lenguas proto-celtas, sobre la situación de cuatro familias de lenguas de nueve siglos atrás. Al inicio del primer mileno a.C., ya se puede hablar de la clásica división en íberos, en el sur y costa mediterránea y celtas en el interior, norte y oeste. Aunque genéticamente ambos tienen como clanes mayoritarios a los R1b y Helenas, y ambos están liderados por el estamento guerrero, los primeros son agricultores y artesanos integrados en la cultura mediterránea y los segundos son pastores castreños más integrados en el arco atlántico y con el centro del continente. Los íberos hablan lenguas proto-euskera y micénicas y los celtas dialectos celtas arcaicos.

Un asunto misterioso que quiero volver a comentar antes de terminar, es como el único clan -femenino o  masculino- que no es de origen euroasiático occidental, sino africano es el E1b, el segundo en presencia por línea paterna. Las Jasmines son aún más numerosas, también segundas y son el único clan materno con origen extra europeo, pero sí son euroasiáticas occidentales y tienen una traza sencilla de emparejar con los clanes paternos ibéricos. Sin embargo los E1b no tienen pareja(s) evidente(s) materna(s) en su origen. La única posibilidad es que cruzaron el Estrecho desde el octavo milenio a.C., acompañando de vuelta a las Helenas, Úrsulas, Taras… que antes se hubieran refugiado en el Sáhara fértil y muy posiblemente también a los R1b, por el mismo motivo, aunque estos no podían ser sus parejas. La pregunta es ¿qué fue de sus compañeras en su migración de cinco milenios anteriores, desde Sudán y Egipto hasta el Magreb? Porque no pudieron ser las mencionadas. No hay presencia de clanes maternos africanos en toda Europa anterior al siglo XX. Sólo se me ocurre que o bien aquellos se extinguieron antes de la llegada al Magreb (selección genética, natural…), o bien la migración de los E1b fue puramente masculina en algún momento o cierta combinación de ambas causas. Muy posiblemente me falta algún dato que resuelva el enigma y que tal vez aún no ha sido descubierto / publicado. ¿Vosotros qué pensáis?

Otro tema que quería comentar: Mucho se ha especulado sobre el origen de los vascos y de su aislada lengua: Cáucaso, el Atlas, los atlantes, etruscos, hebreosA la vista de este largo artículo y de todos los datos que recopila, analiza e interrelaciona, a mí me queda bastante claro que simplemente se trata de la población de componente más aborigen pirenaico (Helenas + R1b), anterior al fin de la última glaciación, con menor mezcla de componentes posteriores neolíticos, llegados del norte de África o del levante mediterráneo. Su lengua, el euskera sería también herencia indígena de lo que se hablaba en aquellos tiempos, aunque evidentemente ha recibido aportaciones durante muchos milenios.

Había iniciado este artículo pensando escribir 2-3 páginas como mucho y publicarlo antes de las vacaciones de verano de 2016, llevo 23 páginas y estamos a mediados de octubre… Sé que he repetido muchos conceptos y he dado muchas vueltas a lo mismo, espero que algunas de sus partes os hayan resultado interesantes, haber arrojado un poco de luz sobre la naturaleza de los habitantes de Iberia y sus islas a lo largo de los últimos milenios y también haber planteado interrogantes acertados, de manera imparcial y con el único ánimo de aproximarnos a la realidad.

La mayoría de las imágenes en las dos partes del artículo están disponibles libremente en Internet. Algunas son fotos mías del Museo Arqueológico de Badajoz y del Ídolo de Peña Tú (Asturias). Hay un par de mapas escaneados de John Haywood – “Atlas histórico universal” y J. Vicens Vives – “Atlas de Historia de España”. En todo caso sólo pretenden ser ilustrativas, añadir un poco de color al texto y ayudar a imaginar las personas y el contexto prehistórico, no pretenden corresponderse con exactitud con los párrafos en que van insertadas.

Vuelvo a dejar aquí los enlaces a mis artículos anteriores sobre este tema:

https://jocilesferrer.wordpress.com/2015/06/11/mitos-de-la-antigua-iberia/

https://jocilesferrer.wordpress.com/2015/05/21/los-primeros-indoeuropeos-e-iberia/

https://jocilesferrer.wordpress.com/2015/04/01/emigracion-desde-el-sahara-del-pueblo-protoiberico/

https://jocilesferrer.wordpress.com/2015/03/26/los-pueblos-megaliticos-o-antiguos-europeos/

https://jocilesferrer.wordpress.com/2015/03/12/la-lengua-meridional-ibero-pirenaica/

https://jocilesferrer.wordpress.com/2014/11/09/iberia-en-los-tiempos-miticos-bibliografia-y-teoria/

https://jocilesferrer.wordpress.com/2014/01/24/estelas-guerreras-de-la-edad-del-bronce-en-el-arqueologico-de-badajoz/

Posiblemente algunas de las hipótesis planteadas en ellos han quedado ya obsoletas y tal vez este artículo doble se convierta pronto en “central”.

Gracias por querer saber y por vuestro interés. Comentarios siempre bienvenidos.

Repito otras voces
que siento como mías
y se encierran en mi cuerpo
con rumor de mar gruesa

(Héroes del Silencio)