Gran parte de los desechos que generamos día a día corresponden a material orgánico el que afortunadamente es fácilmente reutilizable, pero al mismo tiempo no todos saben como reciclar.
Los restos de comida que no consumimos son los residuos más abundantes que producimos cada día, y se estima que una persona llega a producir hasta 600 veces su peso en residuos a lo largo de su vida, lo que nos hace pensar si es necesario todo lo que consumimos.
Si bien en países como Chile aún no es posible reciclar los residuos orgánicos de forma masiva, ya son muchas las familias y organizaciones que hacen pequeños compostaje, beneficiándose con el material resultante, que es un excelente abono para la tierra.
El proceso de compostaje comienza en las separación de la basura orgánica del resto de la basura y posteriormente colocarla en una pila de fermentación, para realizar este proceso en pequeñas cantidades, como el compost de una familia, existen pequeños aparatos que se adaptan a los espacios de una casa.
El compost se voltea periódicamente para permitir la entrada de aire y así acelerar su descomposición hasta que finalmente se obtiene el producto maduro, sin olores, y con unas características de humedad, composición y pH que le hacen apto para ser usado en múltiples aplicaciones.
En cuanto al tiempo de compostaje es relativo a la periodicidad en que se volteara el material permitiendo el ingreso del aire.
Ya existen varias tiendas online y físicas que ofrecen una gran variedad de compostadoras, con diferentes diseños y tamaños, adaptándose a las necesidades de cualquier familia.