-Crónicas íntimas de varios submundos.-
Género. Novela (Fix up muy propio más bien, pudiera ser).
Lo que nos cuenta. Cuarenta y cinco escenas supuestamente vividas por el autor que nos ofrecen momentos congelados en el tiempo de situaciones extremas en ambientes y realidades muy diferentes a las cotidianas… o cotidianas para un tipo muy especial de personas.
Mi opinión. Trabajo de prosa de belleza funcional ofrecida a ráfagas de metralleta certeras, emotivas, prácticas y evocadoras, como muchas de las escenas en sí mismas, escenas que por cierto vienen y van para volver a encontrarnos con ellas y su evolución cada cierto tiempo en varios casos, con un tono poético urbano, sucio y realista que demuestra aquello de que, como alguien dijo, flores preciosas crecen en el barro más inmundo, de ritmo muy alto.
Lleno de situaciones supuestamente reales o con un mínimo de ficción que, por simple acumulación, pueden generar dudas al lector a ese respecto pero que, en realidad, la duda es lo de menos porque la apuesta aquí es, por encima de ficción o no ficción, un tipo muy personal y efectivo de literatura.
Destacado. El prólogo de Julio César Londoño. Curioso en su aproximación al libro.
Potenciales Evocados. El “hermano pequeño” y más lumpen de El precio del placer.