Es difícil explicar la sensación de estar llevándote un tesoro por poca plata, cuando actualmente nos bajamos de internet música "a lo pavote" (Nada más barato que eso)... Y todo para llegar a la conclusión de que... ¡No hay nada más lindo que comprarse un disco!.
La diferencia es que la mayoría de los chicos que ahora tienen la edad que yo tenía en aquellos últimos años de la década del '70 y primeros de los '80, quizás nunca compraron uno.
Por exceso de stock, o por la poca salida que pudiera tener cierto material en la zona donde estaba la disquería (eran más comunes los negocios independientes que las grandes "cadenas"), era posible algún pequeño "milagro" de vez en cuando...
A modo ilustrativo paso a enumerar algunos de los Grandes Discos que compré a Pequeños Precios, solamente apelando a la memoria, y dejando pendiente una segunda parte para cuando -después de un breve inventario- encuentre o recuerde otros...
En una de las disquerías grandes de Avenida Cabildo (no Laffayette, sino la que estaba enfrente), perdido entre docenas de cassettes, lucía en una vitrina la cajita de "Bongo Fury" de Frank Zappa, que terminó siendo lo primero que tuve de él, y el comienzo de un porfiado fanatismo...
"Emotional Rescue" de los Rolling Stones (vinilo, y encima importado) me esperaba en una batea de un local chiquito de una de las galerías de Puente Saavedra, que ya no existe (ni el local ni la galería...) ¡Venga para acá!
Sobre la calle Etcheverría, en la entrada (o salida) de una galería que da a Cabildo, un localcito traía cassettes importados, y cada tanto armaba un saldo en esas fuentes de plástico, como las que se usan para repartir los sachets de leche. De ahí me quedé con "Heavy Horses" de Jethro Tull y con el primero de UK.
Uno más. Otra disquería grande en la Avenida Rivadavia, casi llegando a Once, que exhibía una pirámide (claro, les habían mandado muchos) de cassettes del espectacular "Sacred Fire", seguramente el mejor disco en vivo que haya publicado Santana. Afortunadamente adentro del local había más, así que no hubo necesidad de sacar el mío de la pirámide, con el consecuente riesgo...
Demás está decir que aún conservo y escucho todos éstos ejemplares, mas otros que -repito- serán parte de una próxima entrega... "Eramos (¡Somos!) tan pobres..."