Ahora los habitantes de la ciudad rusa de Kazán pueden soñar por la noche con lo que deseen por solamente 50 rublos (1.7 dólares).
Efectuar el pago se puede a través de maquinas expendedoras. Una vez pagado el pedido vendedor de sueños se comunica con el comprador telefónicamente y da las instrucciones necesarias. Como resultado el cliente sueña con lo requerido y puede dirigir y cambiar el contenido de su sueño.
La psicóloga profesional, Galina Petraeva, dice que dicho proceso no funciona siempre bien. Mucho depende de la gente, no todos se pueden sumergir en un sueño conciente, a veces se necesita mucha práctica. La psicóloga rusa duda que una llamada telefónica puede provocar sueño requerido.