Comprar una Xbox o no comprar chuches, that is the question

Sabemos que la obesidad infantil esta aumentando por la disminución de la actividad física y por el aumento de comida basura (o, por lo menos, de alimentos inadecuados). La solución parece simple pero no lo es: aumentar la actividad física y disminuir la ingesta es la solución pero no parece factible.
Ahora unos expertos nos dicen que los videojuejos activos promueven más gasto calórico que los pasivos. Ya sabíamos eso desde hace tiempo. También sabemos que, con la crisis económica, hay más riesgo de alimentarse peor (comida barata = más calorías basura) y de hacer menos ejercicio al estar pasivos frente a la tele. Ergo, la crisis favorece la obesidad; una tesis discutida.
Para solucionar el problema estos expertos nos dicen que los videojuegos Dance Central y Kinect Sports Boxing aumentan el gasto calórico de tal forma que si un niño juega 1,9 horas al día (promedio de los niños británicos ante un videojuego pasivo) al Kinect Sports Boxing perderían 0,3 kg a la semana. ¡Bien!. Papis ¿qué vale comprar una oconsola Kinect Xbox completa y los videojuejos? No tengo idea pero barato no es. Lo peor de todo es que tras comprar esos artilugios al/la renacuajo/a no le guste bailar o boxear. Yo tengo una Wii y practico tenis de vez en cuando... ¡sentado!. Eso sí, sudo si estoy mucho rato jugando.
Menos mal que la moza tiene unas buenas piernas y un culo respetable (no favorece la anorexia nerviosa). En cambio, tiene una cintura de avispa.