"Comprometida", de Elizabet Gilbert, autora de "Comer, Rezar, Amar"

Por Lorraine C. Ladish

El libro


Tomé prestado Comprometida, de Elizabeth Gilbert – autora de Comer, Rezar Amar, por curiosidad. Escuché su primer libro en un momento de mi vida en que me vino bien su mensaje. No sabía qué esperar de su primera publicación desde que se hizo mundialmente famosa. Lo que encontré en Comprometida fueron incontables párrafos que quería subrayar (pero que no pude porque el libro era de la biblioteca). Recomiendo el libro a cualquier mujer (y a cualquier hombre) que tenga ex, ya sea que lo ame o lo odie, que esté enamorada de nuevo o quiera estarlo o no estarlo, que esté divorciada, casada, soltera, viuda, saliendo con hombres, que haya renunciado a los hombres, joven, madura, madre, no madre. Lo recomiendo a cualquier mujer que se pregunte qué hace que un matrimonio tenga éxito o si es saludable casarse, divorciarse o ambas cosas o ninguna. Eso pueden ser todas las mujeres. “Parte de lo que convierte la experiencia de un divorcio en algo tan terrible es la ambivalencia emocional. Puede ser difícil, si no imposible, que muchas personas divorciadas descansen en un estado de puro dolor, pura ira o puro alivio cuando se trata de los sentimientos hacia el ex cónyuge. En lugar de eso, las emociones a menudo permanecen mezcladas en un estofado crudo de contradicciones, por muchos años”, dice Gilbert.

Elizabeth Gilbert

Por fin alguien lo admite públicamente. Si tienes hijos, entonces la cosa es más compleja porque tienes que interactuar en alguna medida con esa persona con la que tienes tantos temas sin resolver. Y sin resolver se quedarán, seguramente, para siempre. Quizá sea cuestión de aceptarlo y aprender de la experiencia para conseguir que la siguiente relación sea mejor. Dice Gilbert que la persona a quien escogemos como pareja en diferentes momentos de la vida define quienes somos en ese entonces. Ambas personas tienen la “culpa” de ello y no sirve de nada señalar unilateralmente al otro. No es fácil de admitir, pero comparto esa idea. Menciona un estudio del naturalista William Jordan, Divorce Among the Gulls, en que explica que las gaviotas  - una especie que se aparea de por vida – tienen una “tasa de divorcio” del 25%. Algunas veces dos gaviotas simplemente no se llevan bien. Discuten, se quejan y no se comunican. Después de un tiempo de repetir el patrón, se separan y buscan otros “cónyuges”. “Y he aquí lo más curioso”, dice Gilbert: “A menudo su ´segundo matrimonio´ es perfectamente feliz y entonces sí se aparean de por vida.”“¡Imagínense eso, por favor! Incluso entre pájaros que tienen el cerebro de un tamaño minúsculo, existe la compatibilidad e incompatibilidad fundamental (…). La situación es igual para los humanos. Algunos nos volvemos locos mutuamente; otros no. Quizá haya un límite a lo que podamos hacer al respecto”. Eso es esclarecedor y explica por qué algunas personas tienen relaciones estupendas con alguien en particular pero relaciones tortuosas con otra y aún así son – en esencia – la misma persona. Ya puedes mezclar agua y aceite y agitarlo, que no obtendrás otra cosa que agua y aceite. Mezcla aceite y la yema de un huevo, batiéndolo con suavidad y conseguirás mayonesa. Claro que la mayonesa se puede cortar, pero ese es otro tema y se puede remediar. Gilbert escribió Comprometida cuando ella y el amor de su vida descubrieron que tenían que casarse para que a él no lo deportaran. El problemilla estribaba en que se habían prometido mutuamente no casarse – nunca  - después de haber pasado ambos por divorcios devastadores. 
Gilbert decidió estudiar la institución del matrimonio y los entresijos del compromiso, de la compatibilidad, del enamoramiento y el amor maduro, de amar a alguien por quien es y no por quien queramos que sea. No tiene una conclusión clara, como no la tienen las relaciones y ni tan siquiera la vida.
Lo disfruté. Mucho. Ahora voy a comprarme un ejemplar para poderlo subrayar a gusto. www.lorrainecladish.comParticipa en mi página de Facebook y comparte tu historia también.